Redacción Canal Abierto | En los últimos días, el presidente electo Javier Milei advirtió a los argentinos y argentinas que había que prepararse para afrontar dos años de “estanflación”. El término no tardó en trepar a lo alto de los rankings en los buscadores de Internet, donde el gran oráculo digital resume: “situación económica de un país que se caracteriza por un estancamiento económico a la vez que persiste el alza de los precios y el aumento del desempleo”.
Pero también llegaron las opiniones expertas, que más que aportar definiciones del término (todas más o menos se parecen), pusieron en duda que la gravedad de la crisis augurada por el anarcocapitalista esté realmente dimensionada en sus palabras.
Desde el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) su fundador, el economista y presidente de Unidad Popular, Claudio Lozano, elaboró un informe donde explica que en las últimas cinco décadas “a pesar de los distintos períodos que se transitaron, como tendencia global nuestro país osciló en términos de actividad económica en torno a una recta de estancamiento que evolucionaba al 0,57% anual con tasas de inflación anual que promediando se ubican en un 225%”.
En detalle, durante el 70% del período 1974-2022, en 33 de los 48 años Argentina siempre vivió tasas anuales de inflación superiores al 20%. Por otra parte, subraya Lozano, “la única experiencia antiinflacionaria supuestamente exitosa de los 9 años de la Convertibilidad evidencia costos altísimos en términos de estancamiento, destrucción productiva, concentración, extranjerización, desigualdad, sobreendeudamiento crisis externa y nuevo salto inflacionario”.
Y agrega: “El presidente electo le propone a las argentinas y argentinos seguir consumiendo la misma medicina. El periplo descripto por la Convertibilidad en términos de shock inflacionario inicial, endeudamiento y saqueo de nuestros recursos, seguido de tasas más bajas de inflación en un contexto de estancamiento e incluso depresión económica con deterioro de las condiciones de vida, es un espejo donde bien puede mirarse el nuevo mandatario. El nuevo presidente nos propone el pasado como futuro”.
Más opiniones, ningún optimismo
Otro informe, esta vez de la consultora Focus Economics proyectó que la inflación podría alcanzar el 260% en el segundo trimestre de 2024.
“El presidente electo Milei parece decidido a avanzar con una consolidación fiscal significativa y adelantada, la eliminación de controles de capital y tipos de cambio, y privatizaciones una vez que asuma el cargo el 10 de diciembre (…). Estas medidas conducirán a un aumento de la inflación y una contracción económica profunda en los próximos trimestres, con la previsible oposición social a las medidas del gobierno interrumpiendo aún más la actividad económica”.
En tanto, un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), titulado Shock ortodoxo y deflación: La previsible consecuencia del nuevo programa económico de Javier Milei, advierten sobre las posibilidades de desarmar lo que Milei considera el más urgente problema económico que es la “bomba” de las Leliqs (pensada por su futuro ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo).
Para el CESO, el potencial riesgo que acarrea es que esta creciente masa de liquidez se vuelque masivamente a la demanda de dólares, presionando aún más las cotizaciones de la divisa estadounidense. Desde el centro que dirige el economista Andrés Asiain explican que “una solución posible es contraer deuda en dólares para cancelar estos pasivos. La otra un canje por bonos del Tesoro”.
De optar por esta segunda vía, “la ‘bomba de las Leliqs’ se transformaría en la ‘bomba de los bonos del tesoro’, en el sentido de que seguiría existiendo una gran masa de liquidez invertida en activos en pesos de corto plazo, siempre dispuesta a pegar el salto al dólar tensionando el mercado cambiario”. Y, cuando aumenta el dólar, aumentan los precios.
Por otro lado, advierten: “Lo que se viene para los próximos meses no es nada alentador. La ruptura de los acuerdos de precios bajo la idea de que el Estado no debe intervenir, junto a las expectativas de un salto en el tipo de cambio oficial, produjeron aumentos de precios que llegan hasta el 40% en algunos casos”.
Ilustración: Marcelo Spotti