Redacción Canal Abierto | El paso por Malvinas del Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido David Cameron despertó más reacciones desde sectores de la sociedad que expresiones oficiales del Gobierno que encabeza Javier Milei.
Conocida la noticia, la canciller Diana Mondino se limitó a emitir un posteo en X con el habitual tono irónico por el que se hizo conocida en esa red social: “Valoramos el gesto del Canciller de UK Cameron de incluir a la Argentina en su vista a la región. Estaremos felices de recibirlo, en una próxima ocasión, también en Buenos Aires.”.
Su par británico había sido más enfático en el marco de su tour por el Atlántico Sur al manifestar que “espero que quieran ser británicas por mucho tiempo, posiblemente para siempre”, en relación a la autodeterminación de la población de la isla, descendientes de quienes la ocuparon en 1833.
Ante la ola de repudios y reclamos de una postura más firme en defensa de los intereses del país al que debería representar, Mondino aprovechó su encuentro con Cameron en la Cumbre de Cancilleres del G20 en Río de Janeiro para postear en la red social de Elon Musk una foto conjunta con una escueta oración: “Poniendo las cosas en su lugar”.
Recién después de esto hubo comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores en el que da cuenta que en el encuentro ambos cancilleres “reconocieron la existencia de un desacuerdo. La Canciller Mondino expresó el malestar por sus declaraciones y su visita a las Islas Malvinas, tras lo cual reafirmó los derechos de soberanía de la República Argentina en la Cuestión de las Islas Malvinas y reiteró la disposición de su país a resolver la disputa de conformidad con el mandato de la comunidad internacional. A pesar de esta situación, señalaron la relevancia de avanzar en la cooperación en áreas mutuamente beneficiosas”.
Consultado por Canal Abierto el ex secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería Argentina Guillermo Carmona calificó el paso de Cameron por Malvinas como “una provocación absolutamente contraria al derecho internacional, una ofensa para el pueblo argentino y para las instituciones de la República Argentina. Un hecho que marca una continuidad de la estrategia colonial británica que busca perpetuar el colonialismo en el Atlántico Sur”.
El ex funcionario advirtió que “Cameron no fue a Malvinas en marco de una visita turística a sacarle fotos a los pingüinos, sino que fue a reafirmar la política colonial en un abierto desprecio por las 50 resoluciones de la Asamblea General y del Comité de Descolonización de Naciones Unidas en una acción de provocación hacia hacia la Argentina y para reafirmar esto que expresa muy clara y concretamente que las Malvinas seguirán siendo parte de la familia británica y que el pretendido derecho de autodeterminación debe ser reconocido a los isleños”.
Respecto de la actitud de Mondino, Carmona consideró que “ante este tema extremadamente delicado de la política exterior, la publicación de un tweet de la Canciller pretendiendo ser irónica es realmente un hecho gravísimo. Yo no solamente considero que no es lo que corresponde, sino que además es grave lo que ella dice. Porque celebra la llegada de Cameron a Malvinas, que llegó para decir todo lo contrario a lo que sostiene la Argentina respecto de la cuestión Malvinas. No se puede saludar, festejar ni celebrar la visita de un funcionario británico, una acción abiertamente provocativa como lo ha hecho la Canciller, pretendiendo ponerse en un lugar de ironía”.
Y evaluó que la actitud del Gobierno debería consistir en “hacer lo que corresponde según el derecho internacional que es formular una protesta. Una protesta no es un acto de agresión ni que pueda ser considerado como hostil. Una protesta es un instrumento del derecho internacional para hacer valer los derechos de un estado, en este caso del argentino, frente a una situación que desafía sus intereses”.
“Además, no es algo que requiera sofisticación: es una nota que a un funcionario diplomático le lleva de 20 minutos a media hora redactarla y que luego de ser analizada por los funcionarios se remiten a la embajada británica en Buenos Aires para decir que no estamos de acuerdo con esto, lo rechazamos y reafirmamos la posición histórica de la Argentina. Eso es lo que correspondería hacer y que ha omitido el gobierno este de Milei y Villarruel y es un hecho de enorme gravedad”, agregó.
Pero la de Mondino no fue la única expresión oficial. En su habitual encuentro con la prensa, el vocero presidencial Manuel Adorni respondió a una pregunta al respecto que “la visita de David Cameron a Malvinas es un tema de agenda de David Cameron y del Gobierno inglés. No tenemos por qué opinar sobre la agenda de otros países”.
“Lo de Adorni no tiene hay calificativos para para señalarlo.Si Malvinas es un tema del gobierno británico, como está diciendo es el vocero presidencial, que es quien expresa la posición del presidente realmente son hechos gravísimos e inusitados”, aseveró Carmona.
En el mismo sentido se manifestó el Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas (CECIM) de La Plata, que a través de un escrito denunció “el estruendoso silencio de la Cancillería Argentina ante semajante provocación demuestra que `La Entrega Avanza´ en contra de los intereses de los 46 millones de argentinos”.
En el mismo comunicado, se denuncia que “el Presidente Javier Milei está violando la cláusula transitoria primera de nuestra Constitución Nacional renunciando permanentemente al Derecho Internacional que nos asiste”.
El secretario de Derechos Humanos del CECIM La Plata Ernesto Alonso fue más allá y planteó el pedido de juicio político a la Canciller. “Ella ya se había manifestado a favor del principio de autodeterminación. Prácticamente asume la política diseñada por el Foreign Office ante la comunidad internacional. Además, es una ministra plenipotenciaria, ya que todas sus opiniones y expresiones están dirigidas y también las escucha la comunidad internacional”, recordó ante Canal Abierto.
“Entonces, me pregunto qué estarán diciendo todos los países que nos vienen apoyando históricamente dentro de lo que es la construcción de políticas este que lleva adelante Argentina como una cuestión de política de Estado en la defensa del reclamo constante”. En tal sentido, Alonso recordó que “el año pasado habíamos logrado que nada más ni nada menos que la Unión Europea se posicione a favor de la República Argentina mencionando a Malvinas, ya no Falklands”.
Y señaló que “ante estos exabruptos, no reclamar en tiempo y forma, por ejemplo la presencia de un ministro británico, es todo un síntoma no reclamar no sancionar los ejercicios militares ese estuvieron haciendo en tiempo y forma deja mucho que desear».
Alonso también denunció que “el cable la oficial de Cancillería volvemos a más o menos a la lógica del pacto Fodadori-Duncan, que plantean trabajar en áreas de interés común. Quiero que explique qué áreas de interés común tenemos con los británicos que han impuesto por la fuerza una zona exclusiva ignorando resoluciones de Naciones Unidas que instan a las partes a no tomar ninguna determinación al respecto hasta que no se resuelva la soberanía, por supuesto la instalación de una fortaleza militar, la realización de ejercicios militares con armamento nuclear. así que pasamos del Fodadori-Duncan a Diana Mondino con Cameron”.
“Esperemos que las áreas este comunes no vuelvan a ser este las este bodegas ahora la bodega de la de la embajada británica en Buenos Aires”, dijo Alonso, en referencia al relato de Duncan según el cual Fodadori firmó el pacto en estado de ebriedad.
Respecto de la inequidad en el trato de ambas partes sobre este conflicto, Carmona reveló que “los funcionarios británicos se rehusaban a que yo visitara Londres y a ser recibido. Yo podía visitar a Londres, pero no ser recibido por los funcionarios británicos. Esta es la actitud que sostienen los británicos”.
“Pensar que porque la Argentina deje de hacer valer su posición y sus derechos y deje de protestar frente a los actos unilaterales británicos va a provocar que los británicos dejen de avanzadas en su política colonial, es de una ingenuidad absoluta. La diplomacia británica no descansa en función de sus intereses. El candillero Palmerston decía en el siglo XIX, que Gran Bretaña no tiene amigos ni enemigos permanentes tiene intereses permanentes, sino intereses permanentes”, agegó.
Y concluyó: “es evidente que en Gran Bretaña tiene intereses permanentes en el Atlántico Sur que de manera permanente buscan hacer valer. Y frente a eso, el gobierno argentino no puede ceder, tiene que plantarse en la defensa de los derechos y buscar crear condiciones para que el gobierno británico deje de eludir lo que corresponde según el derecho internacional, que son las negociaciones sobre el tema de la soberanía”.