Redacción Canal Abierto | La escalada producida entre el presidente Javier Milei y la casi totalidad de los gobernadores de las provincias ocurrida desde la caída de la Ley Ómnibus en el Congreso entró en una zona de impasse a partir de la aceptación por parte de la Justicia Federal del reclamo del gobernador de Chubut Ignacio Torres.
Sin embargo, en tanto se fueron agudizando los enfrentamientos y sumando actores, caló la pregunta acerca del escenario político que esta situación podría abrir. En su anuncio de presentación a la Corte en reclamo de la recomposición del Fondo de Fortalecimiento Fiscal, el gobernador bonaerense Axel Kicillof planteó que “hay que buscar una solución institucional que no implique la disolución de nuestra nación”.
La situación se torna más compleja cuando al recordar que los gobernadores ostentan ese cargo por haber ganado las elecciones en sus respectivas jurisdicciones, pero que en la mayoría de estas Javier Milei salió primero tanto en la primera como en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Canal Abierto convocó al politólogo Federico Zapata, quien estimó que “el marco general de la contradicción es la implosión del sistema político nacional. Ese es el marco general y de esa implosión es hijo Milei y también son hijos los nuevos gobernadores de la Argentina”.
En tal sentido, ejemplificó: “si uno recorre por ejemplo la región centro, tenés ahí a Frigerio, que es un nuevo gobernador; tenés a Pullaro, que es un nuevo gobernador y tenés a Llaryora que es un nuevo gobernador. Ahí ves una nueva generación”.
“Esto presumiblemente podía implicar que como el sistema iba a tener dificultades a nivel nacional para recomponerse desde arriba, porque está en crisis el poder nacional, los liderazgos nacionales, el estado nacional, probablemente la recomposición iba a venir desde abajo. Y esa dinámica es efectivamente la que estamos viendo sobre la base de que hoy Milei no tiene un sistema de gobernabilidad pero tiene poder fiscal y los gobernadores tienen problemas Fiscales y tienen sistemas de gobernabilidad”, señaló Zapata.
Y planteó que “ahí Milei tenía dos caminos. Uno, siendo un presidente de minoría reconstruir una coalición de mayoría sobre los restos de la crisis del sistema político. El camino dos era acelerar como una suerte de tren a 200 km y embestía contra los gobernadores que es lo que queda abajo de ese sistema político y eso es lo que ha hecho y eso es lo que estamos viendo”.
Consultado sobre las posibilidades de regionalizaciones como las que hicieorn los patagónicos al firmar su texto como “Provincias unidas del Sur”, Zapata evaluó que “eso depende de la praxis política y todo lo que eso implique evitar la descomposición del Estado nacional, que puede sonar un poco tremendista pero yo creo que hay que empezar a hablarlo, bienvenido sea”.
“Entonces, si los gobernadores patagónicos para proyectar su acción política construyen una federación, bienvenido sea; si los gobernadores del centro hacen lo mismo, bienvenido sea. Son como geopolíticas que se van armando que lo que van haciendo es evitar que la discusión se torne tan provincialista, que es algo que hoy, en el contexto de una crisis del poder nacional, del patrón de acumulación nacional y de liderazgos nacionales, es un peligro. Así que me parece que toda acción política que implique niveles de articulación primero regionales para después pasar a lo nacional, bienvenido sea”, agregó.
Por eso que yo creo que que si el sistema tiene una modalidad una morfología de recomposición en esta situación que está viviendo la Argentina hoy, me parece que va a ser más desde abajo hacia arriba que de arriba hacia abajo”, estimó el politólogo.
Respecto al rol que puede tener la sociedad civil en este proceso, Zapata afirmó que “el gran desafío que supone reconstruir el sistema político hoy es prácticamente volver a la sociedad civil. En el sistema político lo que hemos visto esta suerte de de implosión. Y uno de sus ejes es la autonomización de la elite política de la sociedad civil, que es eso que Milei le llama la casta, que es algo que viene de España y él lo trae la Argentina, pero que obviamente que tiene un basamento en algunas cuestiones de la realidad, tiene un núcleo de verdad histórica”.
“Hay que agarrar el guante de Milei, y esto implica que para poder reconstruirse, la política tiene que volver a ir hacia la sociedad, volver a incorporar gente de afuera, volver a incorporar trabajadores, volver a incorporar trabajadores de la nueva economía, volver a incorporar profesionales, empresarios”, sostuvo.
Y señaló que “hay un proceso de enriquecimiento que tiene que hacer la política justamente para poder salir de ese encapsulamiento de 20 años que tiene y que es la que de alguna manera la ha llevado a la situación en que probablemente el mayor outsider de toda la historia de occidente llegue a la presidencia”.
Pero en el fondo, eso habla del nivel de autonomización al que había llegado la elite política y me parece que hay que volver a esa a esa dinámica con la sociedad civil para que la política de nuevo tenga raíces en las problemáticas reales de la vida y no solamente en problemas que hablan solamente de la clase política”, expresó Zapata
Acerca del tándem gobernadores-Poder Judicial, que fue lo que puso –aunque sea momentáneamente-paños fríos al asunto, Zapata expuso que “ellos tienen un rol institucional que es lo que a Milei le está costando entender en estos tres primeros meses. Como decíamos antes, es un tren a 200 km que va contra los gobernadores. Y los gobernadores tienen dos opciones: o son vagón de ese tren o o el tren los pasa por encima. Y hay una tercera: le plantean una discusión probablemente no en el terreno de la opinión pública nacional, porque en la opinión pública nacional hoy de los pocos liderazgos que existen es el de Milei”.
“Pero sí en el terreno de las instituciones y las instituciones son el Congreso y la Justicia. Entonces los gobernadores lo van a llevar a Milei al terreno de las instituciones para intentar llevarlo al terreno de la política. Es decir, que ponga un freno y que genere algún espacio de negociación, incluso con la posibilidad de una agenda de reformas que se puede consensuar”, subrayó0
“Lo que le están diciendo es `esto no lo podés manejar solamente vos apretando un botón a tu voluntad y llevándote puesto todo´. Obviamente le van a hacer presentaciones judiciales a los gobernadores, le va a hacer presentaciones judiciales las entidades sindicales y a algunas empresariales”, agregó
“Si de alguna manera Milei no recapacita, lo que le va a pasar es que una política sin resultados como la que está teniendo, que es una política muy agresiva en lo discursivo pero sin resultados, es una política de batalla cultural de nuevo, que mientras tenga apoyo de la sociedad lo va a poder sostener, probablemente con una hiperpolarización peligrosa para la Argentina peligrosa para la unidad nacional. Pero cuando eso se termine, si eso llega a tener una crisis o llega a pisar una cáscara de banana y eso se termina va a tener problema mucho más serio de estabilidad política”, concluyó.