Este jueves los sindicatos nucleados en el Frente Sindical de las Universidades Nacionales van al paro. El malestar en el sector es doble: por un lado, como ya denunció el Consejo Interuniversitario Nacional ](CIN), el congelamiento de las partidas presupuestarias pone en serio riesgo la continuidad de las actividades más allá del mes de abril, y a esto se suma la licuación de los salarios de docentes y no docentes.
“Las trabajadoras y trabajadores de las universidades nacionales hemos perdido más de un 50% del salario desde el mes de diciembre 2023. Por otra parte el Gobierno Nacional tergiversa el sentido básico de una paritaria y no ofrece las garantías mínimas de un espacio de negociación que permita dar respuesta a nuestras demandas”, denunciaron las organizaciones de trabajadores en el comunicado en el que convocan a la medida de fuerza.
Ahora, un informe elaborado por CONADU Histórica, muestra que la pérdida fue tal que los salarios perforaron la línea de la pobreza. El batacazo alcanza a casi todos los trabajadores: docentes, no docentes, tanto de universidades nacionales como de las instituciones preuniversitarias que funcionan bajo la órbita de estas (como escuelas y jardines).
Datos alarmantes
Entre las primeras conclusiones, el informe señala que de las 5 categorías que abarca el nomenclador universitario (profesor titular, profesor asociado, profesor adjunto, jefe de trabajos prácticos y auxiliar), cuatro de ellas –que reúnen al 91% de los cargos existentes- tienen un salario básico por debajo de la línea de pobreza.
Según el estudio, el desbarranque de los salarios básicos de todos los cargos menos el de Profesor Titular, no tiene antecedentes desde la normalización de los haberes, en 2005.
Como el análisis de los salarios básicos puede considerarse un indicador parcial, dado que la bonificación por antigüedad es un factor de peso importante en los haberes docentes, el informe también se fija en los salarios netos, que si tienen en cuenta ese factor.
“De este resultado, se observa una situación sin precedentes: prácticamente la mitad de los 60 casos existentes en el nomenclador universitario, tienen un salario neto por debajo de la línea de pobreza”, advierte CONADU-H.
Esto incluye a: auxiliares con hasta 22 años de antigüedad inclusive, JTP (jefes de trabajos prácticos) con hasta 17 años de antigüedad inclusive, profesores adjuntos con hasta 12 años de antigüedad inclusive y profesores asociados con hasta 8 años de antigüedad inclusive.
El informe destaca que un panorama similar se da para cargos preuniversitarios, ya que de las 33 categorías, 12 tienen un salario básico por debajo de la línea de pobreza.
Milei lo hizo
El informe que lleva la firma del ex titular de CONADU-H, Luis Tiscornia, de Diego Costa y Viviana Mercado, explica que el fenómeno responde a la “brusca caída del poder adquisitivo” que tuvo como “punto de quiebre” la devaluación del 118% aplicada por el gobierno nacional tras su asunción, lo que junto a la desregulación de precios provocó la disparada inflacionaria de los últimos meses.
“A la medida devaluatoria y a la liberación de precios, el gobierno sumó el ajuste salarial, negando el otorgamiento de una suma que compense el desfasaje producido por la disparada inflacionaria de diciembre y enero, y otorgando sólo un 6% para febrero. Esa oferta fue rechazada por la totalidad de las representaciones gremiales de docentes y nodocentes. En una situación sin antecedentes históricos, el gobierno dio por terminada la paritaria con esa suma no acordada”, indica el estudio.
Paro universitario
A la licuación salarial se le superpone el brutal ajuste del presupuesto universitario, tal como denunció en febrero el Consejo Interuniversitario Nacional. En un comunicado, el CIN había señalado que la decisión del Gobierno de prorrogar la partida 2023 y no actualizar los montos por inflación, ponía a todas las casas de altos estudios en una situación “crítica”.
“De no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas”, advertía el documento. El jueves de la semana pasada, el CIN informó que luego de reunir a sus respectivos Consejos Superiores, universidades de todo el país se manifestaron públicamente respecto a la situación de crisis que atraviesan.
Entre ellas, figuran la UBA, la Universidad Nacional de las Artes, la Universidad Tecnológica Nacional, varias casas de estudio de la provincia de Buenos Aires, y universidades como la de Río Negro, la de Comahue, Cuyo, La Pampa, la del Litoral, la de Misiones, San Juan, San Luis, la de Villa María y la de Tierra del Fuego.
Al anunciar el paro del jueves, el Frente Sindical también explicitó que la medida era “en defensa de las Universidades Nacionales”.
“El Frente sostiene la necesidad de movilizar a lo largo y a lo ancho del país para defender el salario de las trabajadoras y los trabajadores de las universidades nacionales, los puestos de trabajo, las jubilaciones dignas, el derecho de las y los estudiantes a la educación universitaria y preuniversitaria y de nuestro pueblo a contar con universidades públicas que sean capaces de producir el conocimiento que permita resolver sus grandes problemas”.
“En el mismo sentido, también considera fundamental comprometer a las legisladoras y legisladores a un gran debate de defensa y la elaboración de las leyes que garanticen el funcionamiento de la universidad pública”, apuntaba el documento.