Por Mariano Vázquez | La Asamblea de los Pueblos del Caribe (APC), integrada por representantes de Haití, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Martinica, Trinidad y Tobago, Surinam y Barbados, reunió esta semana al Comité Ejecutivo Regional para analizar la crítica situación en Haití. Tras el informe presentado por los referentes de ese país se emitió una declaración.
La APC recibió del Capítulo Haitiano un detallado informe de la crisis en el país, cuya situación se deteriora día a día y que muchos gobiernos, la prensa hegemónica y las redes sociales pretenden resumir en la fórmula de “Estado fallido” sin ahondar en los orígenes y razones.
“La importancia del patrón y los objetivos de la violencia es que estos grupos armados operan en interés de las élites económicas y políticas y de las potencias extranjeras con los objetivos de frustrar e impedir cualquier acción masiva del pueblo haitiano para forzar una solución política legítima a la crisis, y crear las condiciones para un llamado a una intervención militar extranjera. Hasta la fecha, estos objetivos se han logrado sustancialmente”, es la potente denuncia que realiza este espacio sin que tuviera eco en los medios masivos.
“No debe haber ninguna intervención militar extranjera: ni tropas estadounidenses ni de ningún otro país del llamado Core Group (formado por los embajadores de EE.UU., Francia, España, Brasil, Alemania, Canadá, la UE y representantes de la ONU y de la OEA), ni tropas de Kenia, ni tropas de CARICOM (Comunidad del Caribe) ni de ningún otro Estado. Por lo tanto, condenamos enérgicamente las declaraciones procedentes de algunos Estados miembros de la CARICOM de que sus tropas están `preparadas´ para ir a Haití”, señala uno de los párrafos de la declaración.
Añade que “el aumento de la violencia es el resultado de grupos armados, algunos de ellos liderados por ex agentes de policía, que son financiados y apoyados por las élites políticas y económicas de Haití con la complicidad de los Estados Unidos y otros países”, que además están estratégicamente dirigidos “contra la clase trabajadora, los pequeños agricultores, los pobres y algunos miembros de la clase media baja. Los ricos y la clase media alta no han sido el blanco de la violencia. Sus barrios no se han visto afectados”.
La Asamblea de los Pueblos también explica el porqué de la brutalidad que los medios amplifican sin contextualizar. “A nivel humano –narra– están los actos de barbarie: masacres, violaciones y agresiones; luego, la destrucción y el incendio de la infraestructura esencial del país: hospitales, escuelas, suministro de agua potable y áreas reservadas para la producción de alimentos; en otro nivel, estas bandas armadas también atacan símbolos de la cultura haitiana; también quemaron ocho hectáreas de tierra dedicadas a la producción de ron Barbancour y destruyeron una ciudad artística de Village de Nouailles; el objetivo de hacer inhabitable la vida en el territorio”.
La Asamblea demanda, más aún con la renuncia este martes del presidente ilegítimo Ariel Henry, la aplicación del Acuerdo Montana, que se formalizó en agosto de 2021 con la constitución de una Comisión para la “Búsqueda de una Solución Haitiana a la Crisis” apoyada por partidos políticos, movimientos sociales, organizaciones gremiales y colectivos de la sociedad civil.
APC denuncia que “Henry y sus predecesores en el poder del partido PHTK (Partido Haitiano Tèt Kale) son corruptos y facilitadores de la violencia y la desintegración de las instituciones haitianas”.
Desde la Asamblea también advirtieron que no aceptarán “una transferencia de poder” ya que el único camino para seguir es que “CARICOM, CELAC, la ONU y el Core Group acepten las propuestas del Acuerdo de Montana que demanda el establecimiento de un Ejecutivo de transición por medios consensuales pacíficos y la formación de un gobierno de unidad y rescate nacional”, al tiempo que valoraron que esta propuesta cuente con el apoyo de cientos de organizaciones haitianas y de personalidad destacadas.
En referencia a la situación actual advirtieron que “en Haití existe un vacío de poder que los grupos armados, dirigidos por delincuentes, intentan llenar; la violencia está imposibilitando la intervención de las masas para que el vacío sea llenado por las tradicionales protestas populares masivas de los movimientos sociales legítimos, sería una parodia y una tragedia si esto criminales estuvieran involucrados en cualquier acuerdo de gobernanza”.
La Asamblea de los Pueblos del Caribe enfatiza que desde 2004 el país Haití ha regresado a un “estatus colonial” donde el Core Group es el que realmente gobierna. “Así fue como Ariel Henry fue instalado como Primer Ministro de facto de Haití por el Core Group, tras el asesinato del entonces presidente Jovenel Moise en 2021”.
Declaración de la Asamblea de los Pueblos del Caribe:
- La verdadera raíz de la crisis en Haití es la historia de injerencia imperialista en los asuntos internos de Haití. Esta historia se remonta a la invasión de 1915, que se extendió por 20 años. Esto era consistente con la política imperialista estadounidense de la Doctrina Monroe, que se basa en la premisa de que puede intervenir en cualquier parte del hemisferio occidental. Esos llamados intereses son en realidad los intereses del capital multinacional estadounidense, y en 1915 eran principalmente los del banco National City Bank de Nueva York. Es significativo que, dados los acontecimientos ocurridos en Haití en los últimos años, la invasión siguió a un período de inestabilidad socioeconómica y al asesinato del entonces presidente. Esa inestabilidad fue financiada y organizada por el citado banco con el objetivo de crear las condiciones para una intervención militar. Esa ocupación vio a los haitianos sometidos a condiciones inhumanas de trabajo forzoso.
- La Doctrina Monroe vio capturar al presidente democráticamente electo Jean Bertrand Aristide y sacarlo físicamente de Haití en 2004. Esto fue en el contexto de actos de violencia armada liderados por Guy Phillipe, quien más tarde fue condenado en los Estados Unidos por varios delitos penales y estuvo encarcelado allí desde 2017 hasta noviembre de 2023.
- En 1994, 20.000 soldados estadounidenses fueron a Haití para “restaurar la democracia” y tropas de los Estados Unidos y otros países permanecieron durante seis años.
- Tras el golpe de 2004, los Estados Unidos y otros países volvieron a enviar tropas bajo la bandera de las Naciones Unidas. Esta intervención conocida como MINUSTAH continuó durante trece años. Esta solo trajo gran miseria al pueblo haitiano cuando las tropas introdujeron el cólera, lo que provocó la muerte de más de 10.000 personas y cientos de miles de infectados; casos de abusos físicos y sexuales perpetrados por tropas; así como una masacre por parte de militares brasileños.
- Durante 41 de los últimos 108 años, los Estados Unidos y sus aliados han tenido tropas en Haití. Por lo tanto, el pueblo haitiano, orgulloso de su guerra que lo liberó de la esclavitud y estableció a Haití como una nación independiente (sólo la segunda en este hemisferio), se opone totalmente a la intervención militar.
- Nosotros, la Asamblea de los Pueblos del Caribe siempre hemos apoyado y hoy reiteramos nuestro apoyo al pueblo haitiano en su exigencia de que no haya una intervención militar extranjera en Haití.
- Decimos que la única manera de avanzar es que se le permita al pueblo haitiano formar un gobierno de transición como lo propone el Acuerdo de Montana.
Firman: Camille Chalmers (Haití), David Abdulah (Trinidad y Tobago), Hilda Guerrero (Puerto Rico), David Denny (Barbados), Claudette Etnel (Surinam), Robert Sae (Martinica) Pedro Franco (República Dominicana) y Capítulo Cubano de la ACP.