Redacción Canal Abierto | En la noche de este martes 18 de junio, la jueza María Romilda Servini dispuso la liberación de 11 de los 16 detenidos que quedaban tras la cacería desatada por orden de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la represión a la movilización contra la Ley Bases. Familiares y organizaciones los recibieron en las puertas de los penales luego de pasar seis días privados de su libertad. Cinco personas continúan presas.
La magistrada dictó la falta de mérito para procesar o sobreseer a 28 de los imputados. La jueza considera que no hay pruebas suficientes y que es necesario reunir más testimonios y grabaciones del momento de los incidentes. Con ese motivo, solicitó “a la población en general y a los medios de comunicación en particular el aporte de aquellos registros fílmicos relacionados con las detenciones realizadas por las fuerzas de seguridad el día 12 de junio”.
Horas antes, en un nutrido acto en Plaza de Mayo, los familiares y amigos de las víctimas leyeron un documento rodeados de diputados y diputadas nacionales, referentes políticos y de organismos de derechos humanos. “Reclamamos la inmediata e irrestricta libertad de todas y todos los detenidos en ocasión de la masiva movilización contra la sanción de la denominada Ley Bases ejerciendo su derecho democrático y constitucional a la protesta”, leyó Grisel Lyardet, hermana de Sasha, una de las detenidas.
“La mayoría de las detenciones se produjo a más de diez cuadras de la Plaza del Congreso en un momento en que las personas se estaban desconcentrando (…) Las personas privadas de su libertad han recibido duramente en su detención malos tratos”, denuncia el documento en la voz de Eva Rojas.
“Repudiamos y exigimos el cese de la criminalización de las organizaciones políticas, sociales y sindicales que, por haber participado en dicha movilización, para el Poder Ejecutivo se convierten en ‘terroristas que actuaron en un intento de Golpe de Estado’, imputación injusta e infundada”, continuó la lectura otra de las allegadas.
Entre los presentes en el acto se encontraban los diputados y diputadas Germán Martínez, Paula Penacca, Vanesa Siley, Juan Marino, Myriam Bregman, Leopoldo Moreau, Nicolás del Caño, Christian Castillo, Eduardo Valdés, Romina del Plá, Julia Strada, Daniel Gollan; las legisladoras Victoria Montenegro, Alejandrina Barry y Celeste Fierro; los ministros bonaerenses Gabriel Katopodis y Walter Correa, e intendentes de Unión por la Patria como Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y Mario Secco, de Ensenada; referentes gremiales como Rodolfo Aguiar (ATE), Ricardo Peidro (CTA), Claudio Dellecarbonara (AGTSyP y PTS), entre muchos más referentes y referentas de espacios políticos, gremiales, de movimientos sociales y de DDHH.
Cartas de esperanza
“Por acá, te quiero decir que estamos fuertes, que éramos un montón de desconocidos y ahora somos una familia grande. Tenemos muchas más cosas que nos unen de las que podíamos imaginar. Tejimos una red y gracias a ella nos animamos mutuamente, nos tomamos de las manos y sabemos que estamos a la espera de un abrazo que pronto va a llegar”, leyó en su carta a Lucía Puglia, estudiante de Letras de la Universidad de Hurlingham, su mejor amiga.
Luego del breve documento, sobre un escenario en el que sólo estaban los familiares y allegados, se procedió a la lectura de mensajes dirigidos a cada uno de los detenidos y detenidas, en un acto íntimo que conmovió a los presentes y quizás haya llegado a oídos de la sorda (sórdida) Justicia.
“Espero ansiosamente el momento en que toda esta angustia se transforme en anécdota, en otra de esas experiencias amargas que a veces tiene la vida”, leyó Eva Rojas. Un par de horas más tarde, comenzó a circular la versión de la liberación de los once detenidos y por la noche se hizo realidad el abrazo.
Resta la liberación de cinco detenidos y la desestimación de las causas urdidas por el fiscal Stornelli, Patricia Bullrich y Javier Milei, que azuzaron el argumento del intento de Golpe de Estado, la sedición y el terrorismo.