Redacción Canal Abierto | El Gobierno nacional desplegó en los últimos días un operativo mediático para defender, sin hacerlo explícitamente, la visita de los diputados de La Libertad Avanza a los genocidas de la última dictadura presos en la cárcel de Ezeiza.
El escándalo estalló el martes por la noche, tras una nota publicada por La Política Online, y cosechó una interminable lista de repudios y rechazos de todos los colores.
Pasados los días y con una evidente estrategia coordinada, el primero en salir a hablar fue el vocero presidencial Manuel Adorni, que evitó cuestionar el encuentro diciendo que “fue parte de su agenda personal”.
El funcionario intentó desmarcar al Ejecutivo y se enredó en una explicación del sistema republicano de división de poderes que ningún periodista le había pedido durante la conferencia de prensa: “Es una agenda personal de los diputados, que además ni representan a la totalidad del bloque ni al Poder Ejecutivo porque son parte del Poder Legislativo”.
La pregunta apuntaba a conocer la participación o al menos la opinión del Gobierno. “Condenamos todo lo que esté en contra de la ley, pero no nos metemos con la agenda personal de los diputados estemos o no de acuerdo, nos parezca repudiable o no”, agregó.
“Es un tema que nos excede”, sintetizó insólitamente.
En un tema que trascendió lo estrictamente institucional y se convirtió en un escándalo político de impacto mediático superior, hubiera sido de esperar que el alto mando partidario tuviera una respuesta para dar o al menos una opinión formada sobre el hecho, y cuesta entender que no reconozcan tener responsabilidad orgánica sobre los integrantes de su propio espacio y sus respectivas acciones.
El sábado fue el propio presidente Javier Milei el que intentó desentenderse del escándalo. En el programa de Alejandro Fantino, respondió: “Es voluntad de ellos, yo no lo hubiera hecho. Los liberales no somos manada, así que, digamos, o sea… Yo no manejo a la gente a control remoto, si hay algo que tiene este espacio es libertad, no puede haber libertad y que hagan lo que yo digo, eso no es libertad”.
Esta mañana, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich le hizo los coros al mandatario y evitó opinar sobre el tema diciendo que “fue una decisión personal y cada uno debe hacerse cargo y esa es la libertad”.
En Radio Rivadavia indagaron sobre su responsabilidad como jefa del Servicio Penitenciario Federal. “Estoy a cargo del sistema –explicó- , no quiero evaluar a qué preso podes ir a ver o cuál no. Me parece que lo que estamos viviendo es una construcción de libertad y si hay alguien que considera que tiene que ir a ver a un detenido porque ellos consideran que formó parte de un momento trágico de la Argentina, lo puede ir a ver”.
El viernes la Justicia le pidió a la ministra informes sobre el encuentro. Lo hizo el juez del Tribunal Oral Federal n° 5 de CABA, Daniel Obligado, que presidió varios juicios de lesa humanidad donde fueron condenados decenas de represores, entre ellos Alfredo Astiz.
Este pedido se suma al hecho anteriormente por el juez Alejandro Slokar, miembro de la Cámara de Casación Penal y coordinador de la Comisión de Crímenes contra la Humanidad, quien ha intervenido a varios procesos por delitos del terrorismo de Estado.
“En qué términos me hace esa pregunta (el juez Slokar) porque en todo caso me podría preguntar sobre todos los que entran a la cárcel. Los diputados piden ingresar a la cárcel todo el tiempo. Cuando pedían ir a ver a Lazaro Báez o a Julio De Vido, condenados, no preguntaban por qué”, criticó Bullrich, y agregó: “Por qué un juez me pregunta a mi por qué entraron. Entraron a ver a cualquier persona que piden ir a ver”.
“Me sorprende que un juez me pregunte por eso y no cuando entran agrupaciones de derechos humanos, que entran a ver asesinos seriales. Midamos con la misma vara para todos”, concluyó la ministra.
Los legisladores libertarios que participaron del encuentro fueron el entrerriano Beltrán Benedit, organizador del mitin. Lo acompañaron Lourdes Arrieta, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra Ugalde, María Fernanda Araujo y Guillermo Montenegro.
Los represores alojados en el Complejo Penitenciario Federal (dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación de Patricia Bullrich) que recibieron a la comitiva del bloque libertario fueron Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti, Carlos Suárez Mason, Antonio Pernías, Adolfo Donda, Gerardo Arráez, Honorio Carlos el “Pájaro” Martínez Ruíz (ex SIDE), Agustín Oyarzabal Navarro, el uruguayo Juan Manuel Cordero, Mario “el Cura” Marcote y Miguel Ángel Britos.
Según la nota, “los legisladores y genocidas charlaron sobre distintas estrategias para conseguir la prisión domiciliaria”.
Te puede interesar: Denunciaron penalmente al diputado libertario que organizó la visita a los genocidas