Redacción Canal Abierto | El Gobierno Nacional anunció la eliminación de los derechos de exportación a los productos de la categoría vaca y de las cadenas porcina y láctea, así como la reducción del 25% en las retenciones para distintas cadenas de carne (bovina, aviar, entre otras).
Anticipadas por Javier Milei en la inauguración de la Exposición Rural 2024, las medidas apuntan a “darle mayor competitividad y previsibilidad a un sector productivo estratégico para la economía argentina”, anuncian desde el Ejecutivo.
Estos productos tributaron más de US$60 millones en retenciones durante 2023, un monto que a partir de ahora –promocionan desde el oficialismo- “vuelve a la rentabilidad de la cadena bovina”.
En criollo, se trata de un guiño y señal de amistad para con un complejo agroindustrial reacio a liquidar su producción al tipo de cambio actual. Un círculo vicioso que atenta contra uno de los pilares de la precaria estrategia anti inflacionaria de Caputo: mantener el dólar quieto como ancla para el resto de los precios.
La otra pata, el enfriamiento de la economía, redundó en la fuerte baja en la recaudación de los últimos meses: en julio, por ejemplo, arrojó un rojo promedio del 8,1%, impulsada por el derrumbe en IVA (-12,6%), Ganancias (-24,3%) y aportes a la seguridad social (-9,1%).
Durante el mismo periodo, los tributos que morigeraron la caída -al menos, en parte- fueron el Impuesto PAIS (+193,6%) y los Derechos de exportación (+148,1%). El primero, según prometió el Ministerio de Economía, se eliminará a fin de este año. Habrá que ver cómo impacta el anuncio de esta mañana impacta en el segundo.
El escenario es copmlejo, más aún tras el aumento del piso a partir del cual una persona deberá pagar Bienes Personales, gravamen que tras la aprobación de la Ley Bases sólo pesa sobre un exclusivísimo grupo de super ricos. En paralelo, la misma norma resolvió elevar el costo del monotributo que pagan cientos de miles de trabajadores precarizados.
Volviendo a la baja y eliminación de los derechos de exportación, es imposible calcular aún cómo impactará en las góndolas nacionales. Pero, al igual que sucedió cuando Mauricio Macri redujo retenciones al inicio de su mandato, es muy probable que la mayor rentabilidad de carnes y lácteos en el extranjero empuje los precios domésticos.
Aunque parezca un lugar, resuena una vez el célebre estribillo de Atahualpa Yupanqui: “las penas son de nosotros y las vaquitas son ajenas”.