Redacción Canal Abierto | Las campañas internacionales “Justicia y Verdad por la Familia Villalba”, “Eran niñas” y “Dónde está Lichita” se lanzaron a la búsqueda de recaudar fondos para sostener la asistencia jurídica y humanitaria a las presas políticas de la familia Villalba en Paraguay. Con el acompañamiento legal y político de La Gremial de Abogados de Argentina, las organizaciones intentan frenar disminuir los tratos inhumanos que Carmen y Laura comenzaron a sufrir desde su traslado a un penal de máxima seguridad.
El sábado 12 de octubre, en el marco de un violento operativo Carmen Villalba y Francisca Andino -una compañera de encierro con la que compartían tareas laborales- fueron sacadas desde la cárcel de Mujeres Buen Pastor y Laura Villalba de la penitenciaria Regional de Misiones -en principio con paradero desconocido-, aunque los medios de comunicación informaban que las habrían llevado al penal de máxima seguridad de Minga Guazú.
Laura es sobreviviente del doble infanticidio y la desaparición de Lichita, su sobrina. Madre de Mari Carmen de 11 años, una de las asesinadas en 2020.
Carmen es presa política, mamá de Lichita, desaparecida de 14 años. Francisca era compañera de celda de Carmen.
La Gremial difundió una comunicación con Salvador Sánchez, abogado de las mujeres en Paraguay, en el que relata lo vivido durante una visita al penal y las condiciones de encierro de las que tomó conocimiento
“La trasladan a un locutorio, totalmente esposada y engrillada, encapuchada, rodeada de cuatro guardias encapuchados, comenzamos la entrevista de esa manera, violando cualquier principio de derecho a la defensa”, dijo.
“Las compañeras están siendo torturadas de manera muy drástica, bruta y cruel, están en celdas separadas, no tienen comunicación entre sí ni con otras reclusas, sin conexión eléctrica, con una hora al día para salir a tomar aire bajo el mismo protocolo: esposada, engrillada y con la capucha. Las alzan a una plataforma que ellos llaman segundo piso, las sacan en una pequeña jaula. Según el relato de ellas el olor de esa jaula es impresionante, por eso Laura decidió no salir más. Les dan la cena a las 6 de la tarde y el desayuno a las 9 de la mañana, están pasando hambre, la comida que llega no es suficiente. Francisca es hipertensa. Lo que están viviendo es como en Guantánamo o las cárceles que podemos ver en las películas. Las visitas de abogados son de una hora una vez por semana, las de familiares una hora cada 15 días, siempre en el locutorio. No les permiten tener ningún tipo de objetos personales, tal es así que Carmen pidió sus lentes para poder leer y no se los dieron. Estamos improvisando hacerles llegar ayuda humanitaria como comida en pequeñas porciones, que se puede entregar en portería, especialmente maní, avena, coco, para amortiguar el hambre. Sacos, están pasando mucho frio. No las dejan tener botella de agua en su celda, si quieren beber tienen que pedir”, agregó.
“Es tremendo lo que están viviendo, es una de las experiencias más crueles en situación de encierro en Paraguay, tenemos que buscar la manera de revertir esta situación con alguna medida cautelar, no hemos podido ni siquiera hablar con el director del instituto penitenciario, el único rostro es el de la encargada de Judiciales, el resto de las autoridades están encapuchados. Ellas son las primeras mujeres en máxima seguridad del Paraguay, Laura describe que es peor la condición acá que en la cárcel militar en la que ella estuvo recluida”, sintetizó el letrado.
Para colaborar, se pueden hacer llegar los aportes de las siguientes maneras:
Alias: solidaridadpresaspy
CVU: (aportes Argentina): 0000003100063415368800
Correo: solidaridadfamiliavillalba@gmail.com
El 2 de setiembre se cumplieron 4 años del fusilamiento de Lilian y María, la niñas argentinas de 11 años; el 30 de noviembre se cumplen 4 años de la desaparición forzada de Lichita, escapando de ese mismo ataque del ejercito paraguayo; y Carmen “lleva 3 años en prisión después de haber compurgado la totalidad de su condena”.
Por su parte, la semana pasada el ministro del Interior de Paraguay, Enrique Riera, confirmó que buscarán la extradición del grupo familiar que permanece en Argentina y mintió abiertamente al declarar que “no es una persecución política, nunca hicieron una campaña, jamás tuvieron un afiche, no tienen partido político, por lo tanto son delincuentes comunes”.
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El caso
La familia Villalba hace años está siendo víctima de una persecución política descarnada por parte del Estado de Paraguay, con prisión para Carmen (quién cumplió 3 años de prisión ilegal el 26 de julio de 2024, a pesar que en 2021 ya había cumplido la totalidad de su condena de 18 años), y Laura Villalba (condenada a 25 años de pena privativa de libertad más 6 años de medida de seguridad por el solo hecho de ser la madre de una de las niñas que el ejército paraguayo asesinó), las que sufren las peores vejaciones en reclusión; asesinato de menores como Néstor Oviedo Villalba (en el año 2010), de tan solo 12 años, y Lilian y María Carmen Villalba, de 11 años (en el año 2020, hijas de Myriam y Laura Villalba); o la desaparición forzada de Elizabeth Oviedo Villalba, Lichita (hija de Carmen Villalba), de 14 años de edad, desde el 30 de noviembre de 2020.
La semana pasada, representantes de organismos de derechos humanos y organizaciones sociales y sindicales realizaron en la sede de la CTA Autónoma una conferencia de prensa binacional para denunciar la agudización de la persecución a la familia Villalba en Argentina. Son integrantes no beligerantes del grupo familiar de Carmen Villalba y Alcides Ovideo, líderes de la organización armada Ejército Paraguayo del Pueblo, ambos presos en Paraguay desde hace más de 18 años. Y son la madre, la abuela, hermanos, primos y tíos de las dos niñas argentinas de 11 años asesinadas por el Ejército oficial de Paraguay y las Fuerzas de Tarea Conjuntas cuando viajaron a visitar a sus padres en 2020.
Hasta ahora, todos los miembros de la familia tenían estatus de refugiado político. Pero el 3 de octubre la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE), revocó el refugio otorgado por la administración pasada a la familia Villalba, constituida por cinco mujeres adultas, un hombre adulto y 12 menores de edad: Mariana Ayala López (80 años); José Mariano Villalba (54 años); María Rosa Villalba Ayala (45 años); Myrian Viviana Villalba (45 años); Tania Tamara Villalba (23 años); Tamara Anahí Oviedo Villalba (18 años); Daniela Esperanza Meza Villalba (16 años); Magna Esperanza Meza Villalba (14 años); Alexandra Monserrat Villalba Ayala (14 años); Magna María Villalba (11 años); Néstor Osvaldo Villalba (10 años); Elizabeth Ruiz Díaz Villalba (10 años); Laura Lucero Villalba (9 años); Liliana Anahí Villalba (9 años); Osvaldo Rafael Villalba (8 años); Rosa Lucero Villalba (7 años); Aníbal Claudelino Villalba (6 años); y Carmen María Villalba (2 años).