Redacción Canal Abierto | La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso extraordinario presentado por el ex gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y dejó firme el sobreseimiento de Milagro Sala en la causa conocida como “los huevazos”.
La causa fue una de las tantas pergeñadas por el dirigente radical, quien en 2009 denunció a la dirigente social por “amenazas coactivas y daño agravado”. El entonces mandamás jujeño pedía siete años y medio de prisión, y que la pena se cumpliera en el penal federal de Güemes (donde estuvo alojada un breve lapso durante el macrismo).
Lo cierto es que Sala no estaba siquiera en la provincia cuando ocurrió la protesta, lo que de todos modos no impidió una condena en primera instancia del Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy.
Con el correr de los años se comprobó que tanto estos magistrados provinciales como los de instancias superiores respondían directamente al Ejecutivo encabezado por Morales, y por lo tanto funcionales a la estrategia de persecución judicial contra opositores.
Más tarde, en 2017, la causa llegó a Casación. Allí, el fiscal Javier De Luca se pronunció por la absolución de la dirigente social, pero los integrantes de la Sala IV -Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani, los mismos que acaban de ratificar la condena contra Cristina Kirchner- confirmaron la sentencia.
Años más tarde, el mismo TOF jujeño llegó a agravar la pena contra Sala. Esto pese a que el delito incluso había prescripto, como reconoció Casación en 2021.
En julio de 2023 y tras 2747 días en prisión, Milagro Sala dialogó con Canal Abierto y aseguró: “estoy muy desilusionada. Me he sentido sola, abandonada, y eso te lastima y hiere. Y es que avanzan contra mi persona y no hay con quién quejarse, porque tanto la Justicia de Jujuy como la de Buenos Aires están cooptadas por un partido político que responde a la derecha y a los Estados Unidos, y no al pueblo”.
En un último intento por sostener su embestida contra la dirigente social, Morales presentó un recurso de queja para elevar el trámite procesal ante la Corte Suprema de Justicia, donde finalmente quedó desestimado con los votos de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.