Redacción Canal Abierto | Ante el Foro Económico Mundial de Davos, Javier Milei habló de todo menos de economía. Aprovechó dicha tribuna para violentar a las mujeres y los feminismos, los gobiernos -en particular, los europeos-, el colectivo LGTBQ+, los organismos multilaterales, las universidades, los intelectuales, la ciencia, los sindicatos, los bancos, buena parte del periodismo y los medios de comunicación.
Entre otras cosas, equiparó homosexualidad con pedofilia, denostó el derecho al aborto, estigmatizó a migrantes y embistió contra el feminismo.
Fue tal la virulencia del discurso que, según relató la enviada especial del diario La Nación a Davos, cuando “Javier Milei terminó su discurso de odio, el público parecía pasmado, aplastado por tanta violencia. Como sucedió el año pasado, los aplausos fueron escasos”.
En territorio nacional también sufrió las críticas y rechazos de figuras de todo el espectro político, organizaciones de la comunidad LGBT+, movimientos sociales y el mundo gremial. A esta altura, las palabras en Davos resultaron en al menos una denuncia penal por “incitación a la violencia e infracción a la Ley Contra la Discriminación”.
Entre otros colectivos, el Frente Nacional Orgullo y Lucha denuncia su discurso como “homoodiante, misógino y transodiante”: “Solicitamos la intervención del conjunto de las instituciones del Estado ante la vergonzosa diatriba del presidente contra la ley, como así también la adopción de medidas urgentes de protección ante la violencia, el abuso, la estigmatización y la discriminación que sus dichos generan”.
“El movimiento de diversidad sexual y sus organizaciones nos mantendremos alertas, movilizadas en todo el país, y con la fuerza suficiente para enfrentar a los sectores reaccionarios, defender la democracia, las leyes de igualdad y nuestros derechos”, señala.
“Milei dice hablarle a la gente con la verdad, pero lo que hace es repetir falsedades y estigmas, en un intento por construir un sentido común que se sustente en la ignorancia, el odio y el prejuicio, un proyecto autoritario e inhumano que comparte con los magnates que reverencia”, apuntan las secretarias de Género y Diversidad de ambas centrales, Leonor Cruz y Yamile Socolovzky.
El texto desmonta varias afirmaciones presidenciales, por ejemplo: “Milei niega de manera absurda la existencia de la desigualdad de género y la violencia machista, para demonizar a los feminismos. Su planteo sobre el derecho al aborto y su repudio a la figura del femicidio, es la prueba más clara de que Milei no es un defensor de la libertad, sino el vocero de una ideología retrógrada que no reconoce a las mujeres, a las identidades feminizadas y a quienes tienen capacidad de gestar su condición de personas. Su discurso y sus políticas cargadas de odio e ignorancia violan leyes nacionales y tratados internacionales a los cuales nuestro país adhirió”.
Por último, las CTA plantean un llamado a la resistencia contra lo que caracterizan como un “miserable plan de disciplina social”: “Estamos por todas partes, nunca nos fuimos y no les tenemos miedo. Si nos buscan, nos van a encontrar. De pie, respondiendo a la crueldad con más organización, solidaridad y lucha”.
La polémica intervención de Milei en Davos sucede pocas horas después de una airada defensa a Elon Musk -luego de que este realizara el saludo nazi durante la asunción de Donald Trump-, donde amenazó con perseguir “zurdo” hasta “el último rincón del planeta”. Esto le valió una denuncia que tramita la Justicia penal por los delitos de “amenazas, intimidación pública, apología del delito”.