Redacción Canal Abierto | La alegría duró poco. Luego de una ordenanza histórica y vanguardista que hace poco más de dos semanas aprobó por unanimidad el Concejo Municipal de Rosario para impedir el uso del glifosato en todo el ejido de la ciudad por considerarlo «cancerígeno para seres humanos», el mismo organismo dio marcha atrás.
En una escandalosa sesión, el jueves se dio curso a otra propuesta impulsada por quince concejales para convertir la prohibición en un «protocolo» para el uso de glifosato mediante «buenas prácticas» profesionales.
Militantes de una decena de organizaciones ambientalistas se manifestaron en contra durante la jura en el Teatro La Comedia de los nuevos ediles y se encuentran decidiendo el curso de acción para impedir la aprobación de una norma que consideran ilegal. “Fue un escándalo, el proyecto no ingresó por mesa de entradas, lo que viola el reglamento interno del Concejo”, explicó en diálogo con Canal Abierto Eduardo Rossi, integrante del consejo asesor de la comisión de Ecología del Concejo y uno de los autores del proyecto original.
Rossi explicó que muchos concejales se “dieron vuelta” luego de una reunión con lobbistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, la Asociación de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja). “Incluso varios de los que votaron ya no están, porque hoy asumieron los nuevos concejales y ellos no renovaban banca”, aclaró el especialista.
Desde la aprobación de la ordenanza original a la sesión del jueves también aconteció otro hecho internacional que seguramente ayudó a inclinar la balanza de los ediles flojitos de convicciones: la Comisión Europea resolvió renovar por cinco años la licencia del glifosato, y marcó una tendencia desfavorable para los detractores del herbicida.
El otro punto irregular de la modificación de la ordenanza es que la original todavía no fue promulgada, con lo que estarían modificando una ordenanza que, en rigor, aún no está vigente.
En un comunicado donde hablaron de la “vergüenza del Concejo”, las organizaciones ambientalistas advirtieron que la modificación no sólo elimina la prohibición de utilizar el herbicida, sino que habilita “la aplicación de productos más tóxicos aún (clase A, B y C) a través de un protocolo que aún no existe, violando así los principios de no regresión de las normas y el ordenamiento público ambiental».
El proyecto aún debe pasar por comisiones y en la de Ecología se cree que ya hay por lo menos tres ediles que sostendrán su negativa.