Redacción Canal Abierto | En un nuevo intento de culpar a otros por la situación que atraviesa el país, la diputada nacional Elisa Carrió arremetió contra la UIA y los laboratorios farmacéuticos «por presionar a los gobiernos para devaluar el dólar” y los acusó de «querer voltear» al gobierno de Mauricio Macri.
Lilita comenzó sus declaraciones defendiendo a Marcos Peña, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana aduciendo que acusan a este último de ser el autor intelectual del cambio de metas de inflación y de mantener una posición de decisión en el conflicto de Farmacity, empresa en la que es el principal accionista. En ese trance, alegó que Lopetegui -y no Quintana- estaba en negociaciones para bajar los precios de los medicamentos que proveen al PAMI para tener precios internacionales, porque los laboratorios nacionales “estafan con los precios”.
Esto dista mucho de la realidad. Quintana efectivamente es socio mayoritario de Farmacity, que ahora intenta por todas las vías poder asentarse en la provincia de Buenos Aires, y se están elaborando reformas –como viene sucediendo desde 2009 con gran intervención del PRO para asegurar su permanencia- para lograr que esto pase.
En cuanto al caso de Lopetegui y sus negociaciones para bajar el precio de los medicamentos, de haber existido… tuvo poco éxito. De acuerdo a un informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, el incremento de los gastos en salud en Argentina, durante los últimos dos años, registra subas nominales que llegan, en ciertos casos, a superar el 380%. Es decir que los precios de los medicamentos subieron más del 22% por sobre el nivel general de inflación.
La inflación 2016 y 2017 impactó en mayor medida a los precios de los alimentos, de los servicios públicos y de los medicamentos, y más del 15% de los productos sufrieron un descenso en la cobertura por parte del PAMI en 2017, lo que desembocó en casi un 50% de incremento para adultos mayores en grupos de riesgo por quita de cobertura.
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Todos estos números se dieron desde el inicio de la gestión de Cambiemos, por lo que suena un tanto insólito pensar que la culpa es de los laboratorios nacionales y no de la devaluación y los índices inflacionarios que son recalculados constantemente por no poder ser controlados.
Además, a esta situación se le agrega el aumento del 7,5% en las prepagas a regir a partir de junio. Sin esta cifra, la salud registró un aumento del 7,4% sobre el 9,6% general de la canasta básica de abril, de acuerdo al índice de precios del INDEC.
A pesar de esto, Carrió sostiene que hubo una represalia contra el Gobierno por parte de los laboratorios locales. «Son pamidependientes. Estaban acostumbrados a pagarle a los jefes del PAMI y a los partidos». Y continuó con su defensa hacia el vicejefe de Gabinete: “Emprendieron un lobby brutal contra Mario Quintana. Si hay alguien que dejó todo fue él. Farmacity fue una de las empresas que más presionó para que bajaran los precios de los medicamentos”.
Lo curioso es que los planes del Gobierno para la obra social pública beneficiarán en gran parte a Farmacity-Quintana. Según aseguraron desde el Colegio de Farmaceúticos de Capital Federal «el PAMI le va a dar el alta para que atienda en todas las sucursales que no tienen PAMI», lo que representa un negocio enorme para la cadena.
Sin embargo, para la diputada el empresariado nacional con eje en los laboratorios «empezó a crear un clima golpista«. Una suerte de «golpe que te va debilitando hasta que quede muerto», sentenció. Y agregó así a los empresarios y farmacéuticos a la larga lista de desestabilizadores que Carrió inauguró con el mandato de Cambiemos.