Redacción Canal Abierto | “El conflicto comenzó los primeros días de julio cuando vimos que en el pago del aguinaldo y del sueldo no estaban los aumentos que habíamos cerrado en paritarias”. De esta manera Nelly Rovera, directora de Género de ATE Chubut, narra el germen que terminó en un corte sobre la Ruta Nacional 3 y en la paralización completa del sector público chubutense. Aunque, en realidad, comenzó antes.
“Le veníamos diciendo al gobierno provincial el año pasado que no queríamos que rubricara el Pacto Fiscal porque lo íbamos a sentir en poco tiempo. Esto es producto de eso”, agrega Claudia Barrionuevo, secretaria de Organización del mismo sindicato, en diálogo con Canal Abierto. Y es que en 2018, trabajadores y trabajadoras acamparon por 180 días para frenar el decreto ajustador del reelecto gobernador Mariano Arcioni, que era parte de lo acordado con la Nación luego de ratificar el Pacto Fiscal. Las consecuencias de hacerlo no se hicieron esperar.
Rápidamente, Chubut se endeudó en dólares y en julio no sólo no pudo pagar lo acordado en paritarias con los estatales, sino que desplegó un ajuste encubierto.
“Tenemos compañeras que no tienen para pagar su alquiler, la luz, el gas. Y allá estar sin luz y sin gas, que es nuestro medio de calefacción, es tremendo. Y muchas son sostenes de familia, con hijos. Que tengan que estar en la ruta, en esas pésimas condiciones de la zona sur de Chubut, es muy doloroso. Y parecería que a nadie le rasca nada. No les interesa”, sintetiza Rovera.
“A medida que transcurría el tiempo, nos dimos cuenta no sólo de que no pagaban esa diferencia, que fue cerrada en abril y que no contempló este cambio económico de ahora, sino que los pagos también se iban atrasando –sostiene Rovera-. Además, hay otras cosas que están pasando en la provincia: nos cortaron la obra social, también se cortó el transporte educativo gratuito, los edificios están muy mal estructuralmente. Son una infinidad de cosas que llevaron a tener que tomar este tipo de medidas y que no se están resolviendo, al contrario: cada vez están más difícil la respuesta del gobierno hacia nosotros porque esa deuda que empezó en julio se va incrementando”.
Punto de Vista. Entrevista en síntesis:
Cortar la ruta, saltar el cerco
Si bien las medidas de fuerza comenzaron en julio con paros intermitentes, a los chubutenses les costó muchas semanas que el conflicto saltara las fronteras provinciales. El “cerco mediático” impidió que la noticia se hiciera eco en otras latitudes, hasta que el miércoles pasado aconteció la violencia.
“Hubo una amenaza por parte del secretario general del gremio de Petroleros uno o dos días antes donde decía que ellos iban a pasar, por dónde sea. Eso sucedió, finalmente. Y claramente el gobierno provincial, la policía, liberó la zona esa noche”, relata Barrionuevo.
La referencia es hacia Jorge “Loma” Ávila, secretario general de Petroleros Privados, quien -horas antes de que un grupo que Rovera y Barrionuevo califican de “patota rentada” se abriese paso a los golpes sobre los docentes que cortaban la Ruta 3 a la altura de Comodoro Rivadavia- había dicho: “Si no nos dejan pasar a los yacimientos, les vamos a pasar por arriba”.
“No fueron trabajadores contra trabajadores esa noche. Fueron preparados con botellas de combustible y quemaron todos los elementos que los compañeros tenían al costado de la ruta para guarecerse del frío, del viento. Fue deliberado y con este condimento de la zona liberada donde hacemos responsable al ministro de Coordinación de Gabinete, Federico Massoni, porque él estaba en el lugar y de él dependía el operativo de seguridad”, asegura la secretaria de Organización.
A estas alturas, ambas relatan que ya han perdido la cuenta de cuántas acciones de fuerza han realizado para obtener respuesta: paros, movilizaciones históricas, cortes de ruta. Este martes, también se unirán al paro nacional de ATE. Aseguran que necesitan “nacionalizar el conflicto”. “Porque creemos que somos la primera provincia perjudicada pero no vamos a ser la única”, afirman.
“Tenemos compañeras que no tienen para pagar su alquiler, la luz, el gas. Y allá estar sin luz y sin gas, que es nuestro medio de calefacción, es tremendo. Y muchas son sostenes de familia, con hijos. Que tengan que estar en la ruta, en esas pésimas condiciones de la zona sur de Chubut, es muy doloroso. Y parecería que a nadie le rasca nada. No les interesa”, sintetiza Rovera.
Las “soluciones” extractivistas, la propuesta sindical, el impuesto que la provincia se negó a hacerles pagar a las grandes corporaciones y la solidaridad de los ciudadanos, en esta entrevista.
[mks_icon icon=»fa-star» color=»#ff3a3a» type=»fa»] Nota relacionada: Chubut en llamas