El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) resolvió ayer el número de vacantes para 2018: sólo 450 aspirantes ingresarán a la carrera, cifra similar al año pasado y un recorte de la mitad respecto a 2015.
En su primera reunión del año, el directorio del CONICET –con la única oposición de la socióloga Dora Barrancos- cerró el llamado a ingreso para investigadores del año que viene.
A su vez, también decidió que la convocatoria para las denominadas “ciencias básicas” sufra un recorte, por lo que bajará del 80 al 50 por ciento; en tanto, los “temas estratégicos y tecnología” subirán de un 20 al 50 por ciento.
“Hay un avasallamiento sobre las ciencias en general, pero sobre todo en las sociales”, indicó el sociólogo Roberto Muñoz, becario doctoral e integrante de Jóvenes Científicos Precarizados La Plata, quien agregó: “Se trata de la cristalización de un brutal ajuste que venían realizando de manera solapada, pero que hasta ahora pretendían negar como tal”.
Según trascendió en el ámbito académico, el directorio dejó una única puerta abierta a cambios: la posibilidad de incrementar las vacantes ante jubilaciones u otras bajas. No obstante, desde las organizaciones que agrupan a becarios e investigadores ven como mínimo este margen de ampliación. “Como sucede en todo sector de trabajo, cada año hay bajas por jubilación que habilitan algunos ingresos, pero no significa una modificación sustancial”, explicó Muñoz.
Esta nueva medida significa un duro golpe para quienes producen ciencia en Argentina, y se suma a la seguidilla de ajustes económicos que el Gobierno viene llevando a cabo en el sector. Muestra de ello es la partida que el presupuesto 2017 asigna a ciencia, la cual en términos relativos pasó del 0,75 por ciento del PBI en 2015 a 0,59 para este año.
Otro claro ejemplo se refleja en la situación de incertidumbre que atraviesan cerca de 500 investigadores que en diciembre el Gobierno intentó descartar, y cuyas becas fueron prorrogadas –producto de la organización de los trabajadores – hasta fin de año.
Panqueques para todos (PPT)
Mientras la mayoría del directorio del CONICET convalidaba el ajuste en el sector, trabajadores, científicos y becarios afectados por los recientes recortes repartíeron panqueques con el nombre del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.
La protesta se desarrolló frente el Polo Tecnológico de Palermo y contó con la presencia de ATE Conicet, Conadu, Conadu Histórica, Científicos y Universitarios Autoconvocados Buenos Aires, Becarios Empoderados, Jóvenes Científicos Precarizados.
Científicos no sobran
El CONICET es el principal organismo dedicado a la investigación científica en el país. Lo integran 9.236 investigadores, según datos oficiales.
En diciembre de 2016 trabajadores del CONICET (becarios, investigadores) protagonizaron un conflicto ante la avanzada del Gobierno en su afán ajustador que incluyó la toma de la sede del Ministerio de Ciencia y Técnica. Durante aquellos días abundaron las justificaciones respecto de la sobreabundancia de investigadores y productores de ciencia en el país.
Sin embargo, y pese haber estado claramente direccionada en redes sociales, la campaña no prosperó en la opinión pública. La razón: Ni el sentido común ni los datos de la realidad acompañaron el intento de estigmatización.
Los datos recolectados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que en la Argentina hay en total 23.400 investigadores en el sector gubernamental, 23.200 en las universidades y 4.500 en las empresas. En España son 20.200 en el área gubernamental, 57.200 en universidades y 44.700 en empresas, y en Francia 29.400, 73.400 y 162.700, respectivamente.