Redacción Canal Abierto | A mediados de mayo, Alberto Fernández recibió a los científicos que trabajaron en la creación del NEOKIT-COVID-19, desarrollado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el Conicet, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación y por científicos y científicas del Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. César Milstein (Conicet – Fundación “Pablo Cassará”).
A diferencia de los test serológicos también desarrollados en Argentina –por ejemplo, el CovidAr IgG creado por CONICET y el Instituto Leloir– y que se utilizan para la detección de anticuerpos de pacientes recuperados, este nuevo kit de diagnóstico permite identificar a quienes estén cursando la infección. “Utiliza la técnica de amplificación molecular isotérmica y su característica más importante es la simplicidad operativa que tiene. En unos tubos de reacción colocamos el ARN purificado del virus. Se cierra el tubo y a diferencia de las PCR (los test clásicos que realiza, por ejemplo, el Instituto Malbran), la muestra se procesa a una constante (65 grados), lo cual simplifica muchísimo el uso de equipamiento. Ya no es necesario disponer de ninguna tecnología demasiado sofisticada”, cuenta en esta entrevista con Canal Abierto el director del Instituto Milstein y uno de los líderes de la investigación, Adrián Vojnov.
A su vez, detalla el científico, las distintas pruebas al azar con muestras positivas y negativas enviadas por el Instituto Malbrán arrojaron una efectividad del kit del 100%. Además de su rapidez, simpleza y fiabilidad, el test suma otra virtud fundamental: el bajo costo de elaboración. Mientras que la prueba PCR tiene un costo aproximado de 12 dólares, el precio de cada NEOKIT-COVID-19 rondaría los 8 dólares.
Desde aquel encuentro con el Presidente, el desarrollo logró la validación por parte de la ANMAT y se entregaron más de 100 kits para su distribución gratuita en hospitales públicos. En poco tiempo, según proyecciones oficiales, el robot que los fabrica podría elaborar hasta 10 mil reactivos diarios. “Estamos aceitando la producción para ayudar a multiplicar la capacidad de testeo en Argentina en el corto plazo, y luego pensar en exportarlo al mundo”, explica el biólogo, y agrega: “Hay muy pocos países con desarrollos de esta naturaleza y ya tenemos una gran cantidad de pedidos del exterior”.
El desarrollo del NEOKIT-COVID-19 se realizó con fondos del Gobierno nacional y estuvo a cargo de un equipo liderado por Adrián Vojnov e integrado por Carolina Carrillo, Luciana Larocca y Fabiana Stolowicz y Santiago Werbajh. Aunque aún se encuentre en trámite, la patente del test estará en manos del CONICET y el laboratorio “Pablo Cassará”. “Hubo mas de 600 proyectos presentados y la mayoría no pudieron ser financiados, pero lo cierto es que muchos son muy interesantes. Esto demuestra que el sistema científico argentino cuenta con una gran gimnasia para responder a las demandas y necesidades de la sociedad”, asegura.
“Cuando surgen eventualidades o urgencias como la que impuso esta pandemia, es importante que haya científicos investigando temáticas relacionadas, aunque quizás no parezcan tan urgentes. Ese ejercicio permite una adaptación a las necesidades, pero con una acumulación de experiencias y desarrollos que son muy útiles. Por ejemplo, hace años que venimos trabajando en el desarrollo de distintos kits de detención rápida, por ejemplo, para dengue, zika y chikungunya. Cuando surgió la pandemia decidimos orientar todos los esfuerzos al Covid-19, pero ese bagaje previo fue fundamental”, cuenta Vojnov.
Ante la consulta respecto a la inversión para equipamiento y salarial de los investigadores, el director del Instituto Milstein reflexiona: “Si nuestro objetivo es ganar plata, deberíamos dedicarnos a otra cosa. En mi caso, no me puedo quejar: hice toda mi carrera con subsidios del Ministerio de Ciencia o de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, tuve la posibilidad de trabajar junto a becarios y contar con equipamiento. También es cierto que hubo un retroceso a partir de 2015, con la degradación del ministerio a secretaria y recortes presupuestarios. Hoy, si bien no se ha restaurado completamente esta situación, creo que hay intención de que eso ocurra. Por lo pronto, fue muy rápido el aporte económico que recibió este proyecto por parte del Gobierno”.
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Entrevista: Diego Leonoff (@leonoffdiego)