Canal Abierto Radio | Los tentáculos del poder en la presidencia de Estados Unidos llegan a niveles insospechados en la economía y la cultura del mundo. La filósofa Isabel Rauber advirtió que “pueden actuar y estar presentes en todos como si fuera su casa, y cuando no pueden controlar todo se molestan y mucho, y se han transformado en una manga de intolerantes y no se creen ni su propio cuento democrático”.
Si bien por principio, la democracia debe contener a la diversidad y garantizar a las minorías el derecho a existir y pensar diferente, “esas reglas universales del pensamiento democrático son sistemáticamente violados por el señor Donald Trump”, el republicano que en las últimas semanas subió tres puntos en las encuestas frente a su contrincante Joe Biden. Como la ofensiva oficialista está funcionando, el presidente norteamericano “está en la borrachera de que lo va a destruir (a Biden), como destruye todo mediáticamente” y que ese envalentonamiento es “muy peligroso, tanto que usa su favor que le digan peligroso”.
“Que promuevan que (Trump) es peligroso es propaganda, porque han estudiado todos los recursos psicológicos de cómo actúa, y lamentablemente estamos en una onda de que se hace famoso no por darle de comer al necesitado sino porque le hace un golpe” destacó Rauber.
El discurso de los republicanos es acusar a Biden de lento y hasta de socialista. El demócrata tiene tintes progresistas, pero no cambiaría su papel en el mundo: “retomaría las líneas internacionales del quehacer internacional: el imperialismo como lo conocemos, igual de agresivo e irrespetuoso pero con algunos códigos”. Mientras Trump niega el calentamiento global, le quita financiamiento a la Organización Mundial de la Salud, interviene económicamente en distintos países y promueve discursos bélicos, “el otro es lo mismo pero cuidando las formas” comentó la filósofa.
En Estados Unidos la crisis económica mundial por la pandemia se ha cobrado unos 40 millones de puestos laborales y crecen las demandas del pueblo yanqui. A esto se le suman las manifestaciones contra el racismo y el incremento de la violencia en las calles. Mientras tanto, hay una disputa electoral en el Banco Interamericano de Desarrollo, donde por primera vez podría presidir un norteamericano Mauricio Claver-Carone, con el aval de Trump y sus seguidores en América Latina. Este hombre, en línea con la OEA, es injerencista y está a favor de los bloqueos a Cuba y Venezuela, por poner algunos ejemplos.
“Ahora viene la recuperación. Estados Unidos, es decir, el establishment se está preparando para una gran batería y terminar con esa gran masa de desocupados que ha crecido durante este tiempo. Y quién lo va a pagar, la respuesta es clarísima: nosotros, los pueblos del mundo, Latinoamérica. Lo que viene arriba de nosotros es brutal, es el saqueo salvaje”.
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