Redacción Canal Abierto | Tres de las entidades que conforman la Mesa de Enlace, Confederaciones Rurales (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) decidieron convocar a un cese de comercialización de granos entre el lunes y el miércoles de la próxima semana.
La medida es en rechazo al cierre de las exportaciones de maíz que implementó el ministerio de Agricultura la semana pasada. Según informó el Gobierno, el objetivo es priorizar la provisión del mercado interno ante las complicaciones que desde determinados sectores productivos -en especial los relacionados con la producción de carne aviar, porcina y vacuna- para obtener materia prima para alimentar a sus animales a pesar de la cosecha récord alcanzada la campaña pasada.
En este sentido, el presidente de la Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, sostuvo que «no es mucho el maíz que queda y son muchos los sectores que venimos con muchas dificultades para conseguirlo, ya desde hace 90 días».
Sin embargo, esta no es la única entidad agropecuaria que rechaza el lockout patronal, o bien lo interpreta como una medida cuando menos inoportuna. Coninagro, una de las cuatro patas de la Mesa de Enlace, ya anunció que no participará de la misma.
“No es momento para un paro, pero sí para reclamar que las medidas tomadas por el Gobierno de intervención y regulación de los mercados no son las adecuadas y el sector cooperativo las rechaza por completo. No adherir al cese de comercialización es una medida a favor del país, no a favor del Gobierno. Hay un marco social muy complejo y queremos a través del diálogo poder solucionar la competitividad del sector agropecuario”, dijo Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro. Pese al desaire para con el resto de las entidades, el dirigente aseguró: “no rompemos con la Mesa de Enlace”.
Según un informe la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la producción de maíz fue de 51,5 millones de toneladas en la campaña 2019/20. De ese total, más de 38 millones de toneladas fueron consideradas como saldo exportable. En un reciente comunicado, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, precisó que hasta el momento se autorizó la exportación de 34,23 millones de toneladas de maíz de la campaña 2019/20, es decir un 89% de lo estipulado para la venta al exterior.
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Los especialistas coinciden en que este nuevo auge exportador se explica por un incremento en la demanda china (sobre todo soja, hoy en 500 dólares la tonelada, su mayor valor desde julio de 2014), una caída en la producción de Brasil y una fuerte especulación financiera que viene empujando los precios de los commodities.
El caso de Federación Agraria es más complejo: si bien su cúpula anunció su adehsión, varios de sus integrantes se oponen o cuestionan la convocatoria a un cese de comercialización.
“No estamos para nada de acuerdo con este paro ni con la pretendida lógica de que el mercado debe ser el encargado de regular las políticas agropecuarias y de comercialización”, afirmó a Canal Abierto el integrante del directorio de la Federación Agraria Argentina, Pablo Paillole. “Somo el tercer productor mundial de maiz, después de Estados Unidos y Brasil. Mientras ellos exportan entre el 17 y el 20% de su producción total, nosotros casi el 80%. Por eso nosotros planteamos que -junto con la suspensión- deberían aplicarse medidas para incentivar la industrialización y la generación valor agregado, y así abandonar esta matriz productiva netamente primarizada”.
Por su parte, el ex titular de Federación Agraria y una de las caras visibles del conflicto por la resolución 125 de 2008, Eduardo Buzzi apuntó contra los convocantes de la medida de fuerza: “es porque son oposición política. Hace un mes atrás 40.000 productores recibieron reintegros de retenciones. Por fin hay retenciones segmentadas como siempre pedimos desde la Federación Agraria y ahora nos sumamos a un paro. Es incomprensible».
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