Por Carlos Fanjul | EL PELO DEL HUEVO
Argentos
“Cómo será la cañada que el chancho la cruza al trote”, dice una vieja sentencia que se escucha mucho por alguna calle del sur cordobés.
Arrancó un nuevo torneo y miren si será mediocre nuestro fútbol, que los grosos, los de billetera gorda, los que sobresalen puertas adentro con cierta facilidad, no pudieron con dos equipos de mitad de tabla como Estudiantes y Gimnasia.
Aún así -incluso volvió a escucharse durante el desarrollo de esta fecha inicial- la caja boba de la tele sigue atronando con brillanteces que, confieso, me cuesta ver en la mayoría de los partidos. Y con lamentos por la Libertadores perdida por millonarios y boquenses.
En varios partidos de la jornada se siguió con la misma tendencia repetida de minimizar a los equipos extranjeros, como si aquí estuviéramos en la cima del globo, y los miráramos a todos desde arriba. “Vieron que Palmeiras le ganó por casualidad a River, es un equipo menor que ahora ni pudo con el Tigres mexicano”… O “Santos fue finalista solo porque a Boca le faltó actitud para jugar la revancha”, se atropellaban para gritar ya cerca de la medianoche del domingo.
Yo se que me ganaré el odio de la mayor parte de los lectores –esa es la idea-, pero ¿y si River y Boca son un poquito menos que lo que por aquí se dice, más allá de que les alcance para dominar en nuestras canchas?
¿Y si uno ya no es lo que fue hace un par de años y el otro nunca llegó a ser gran cosa, más allá de ser el ganador de los últimos dos campeonatos?
¿Y si, como en la mayoría de las demás cuestiones argentas, en el fobal también somos menos de lo que creemos?
No sé…pensalo.
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El Morro cuyano
El Morro cuyano
Aún impacta la muerte de Santiago García. Esa decisión de terminar con la vida propia, siempre conmueve. Y en este caso, al tratarse de un tipo extrovertido, sonriente, siempre festivo para el afuera, parece sorprender más.
Pero acá no se va a analizar el hecho.
No habrá convocatoria a psicólogos, psicólogos sociales, psiquiatras, médicos clínicos o suicidas fallidos que hablen de este tipo de decisiones, o que salgan a teorizar sobre depresiones, amores truncos o conflictos con dirigentes mendocinos.
Solo queremos remarcar la cantidad de lagrimones piantados en las caras de compañeros y rivales que se observaron en cada minuto de silencio celebrado en todos los partidos de la fecha.
Cada uno de ellos seguro que pensó y sintió en ese instante la ausencia de ese tipo querido y querible que fue el Morro. Y no cuanto medía en la pantalla poner cara de compungido al hablar como si uno supiera de un tema tan profundo y tan difícil de racionalizar.
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La lacra riojana
No extrañó que la AFA agregara el domingo para el minuto de silencio, la muerte de Carlos Menem, el peor presidente de la historia ¿democrática? Argentina.
Es que el deporte, el fútbol en este caso, y el ex mandatario mantuvieron una relación carnal consentida durante la olvidable década de los ’90.
Se amaron…se usaron.
Uno para seguir mostrándose popular, mientras te choreaba. Los otros para aprovechar la ocasión y hacer más grande al negocio.
No hay que olvidar que durante aquel tiempo el joven Mauricio, presidente de Boca y socio destacado en el saqueo menemista, irrumpió en las reuniones afistas con su bendita idea del gerenciamiento, una especie de anticipo de lo que hoy se conoce como Sociedades Anónimas Deportivas.
Tampoco que el respaldo del Jefe de Estado le facilitó a Macri las pleitesías recibidas por varios dirigentes de la institución –algunos duran hasta hoy-, para quienes las mieles del poder y los negocios resultan tener un atractivo irresistible.
Así que se comprende el minuto de silencio que el fútbol le tributó al ‘emperador’ riojano.
Los amantes, aún los mas oscuros, tramposos, y sucios, merecen siempre tener su momento de íntimo recuerdo.