Por Ines Hayes y Melissa Zenobi / Revista lavaca | “Los legisladores nacionales tienen que tomar cartas en el asunto y modificar el Código Penal porque la prescripción de este tipo de causas es un pasaporte a la impunidad”, dice a lavaca Alberto Lebbos, el papá de Paulina, la joven tucumana asesinada el 26 de febrero de 2006. Su caso es un emblema de cómo se teje la impunidad de un femicidio desde las más altas esferas del poder.
Este viernes se cumplen 15 años de su desaparición y muerte, sin detenidos. El juicio a los encubridores del crimen de Paulina Lebbos se realizó entre el 2018 y 2019 y, en esa oportunidad, el fiscal Diego López Ávila acusó a algunos de los responsables de encubrir el crimen. Ese fallo, que fue apelado, no condenó a los asesinos directos pero demostró que el ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella (6 años); el ex jefe de la Policía Hugo Sánchez (6 años); su segundo, Nicolás Barrera (5 años); el ex encargado de la Regional Norte Héctor Brito (5 años) y el ex oficial Waldino Rodriguez (3 años) realizaron maniobras para entorpecer la investigación del homicidio de la joven, delito agravado por formar parte justamente de la cúpula policial e integrar el gabinete del Ministerio de Seguridad provincial.
Finalmente en febrero de 2019 un tribunal condenó a los cinco ex funcionarios tucumanos, que apelaron el fallo hasta que finalmente hoy, martes 23, tres días antes que prescriba la causa, la Corte Suprema de Tucumán confirmó el fallo. De este modo, está en manos del Ministerio Público Fiscal efectivizar las detenciones antes de este viernes 26.
El nuevo fallo de la Corte también ordena la investigación al ex gobernador José Alperovich por incumplimiento del deber de funcionario público, a distintas personas por falso testimonio, y avala que se investigue a tres presuntos responsables del homicidio de Paulina.
De algún modo, la sentencia habilita que se corrija la investigación, pero sobre el cierre de la misma: “Estamos a tres días de que la causa se cierre y nada de eso ocurrió hasta ahora. Por eso estoy pidiendo al Ministerio Público Fiscal que impute a los tres presuntos responsables para evitar que prescriba la causa, es la única manera”, dice el papá de Paulina.
Además del pedido de imputación Alberto Lebbos reclama una modificación del Código Penal para que las causas de homicidio, femicidio, violación, y delitos ocurridos por funcionarios públicos no prescriban, tal como ocurre con los crímenes de lesa humanidad. “Si no, es un pasaporte a la impunidad”, dijo Lebbos.
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Recién en 2012 –seis años después del crimen de Paulina- el Código Penal argentino creó la figura de femicidio como agravante del homicidio; por eso la causa de Lebbos fue catalogada como homicidio. Sin embargo, al igual que el homicidio agravado, las causas por femicidios también prescriben en 15 años. Dice Alberto: “Hace falta una reforma judicial pero más necesitamos es que se respeten las leyes que ya están porque no se aplica el criterio de castigar a quienes cometen delitos, sobre todo los de guantes blancos. Los únicos que van presos en este país son los pobres, es el pueblo”.
El caso
Paulina tenía 22 años cuando en la madrugada del 26 de febrero de 2006 salió a celebrar con su amiga Virginia Mercado tras aprobar un final de la carrera de Comunicación en la Facultad de Filosofía y Letras. Fueron a un boliche de la zona conocida como el ex Abasto, en la capital tucumana. Según se descubrió en la investigación, ambas subieron a un remís color bordó: Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400 y Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio, pero nunca llegó a destino.
El cuerpo de la joven fue hallado el 11 de marzo, luego de 13 días de búsqueda, al costado de la ruta provincial 341, a la altura de Tapia, a unos 30 kilómetros de la capital tucumana.