Por Carlos Fanjul | EL PELO DEL HUEVO
Envido
Entre la Copa América de junio y las Olimpiadas de julio esté será un año de mucha actividad para las selecciones nacionales. Y sobre todo de mucha rosca ventajera.
Alguna vez, muy en la intimidad, Alejandro Sabella confesó que uno de los principales motivos para su alejamiento del seleccionado había sido que durante el Mundial de 2014 muchos “creían que para armar el equipo había que hacer una asamblea”. Aquella vez, cada uno hacía lobby para que su muchacho fuera titular y se las arreglaba para que su presión llegara al técnico. Dirigentes, allegados, periodistas, representantes, intermediarios, chantas en general, inventaban a cada partido un formato para que el DT tenga en claro que al muchacho en cuestión debía anunciarlo entre los 11. O, a veces, no lo anunciara ‘porque estaba medio lesionado y ya casi estaba vendido’.
Todos rosqueaban a favor de un interés. Todos escondían alguna baraja. Y el DT se marchó a su casa.
Algo de esto pasa hoy con la actividad albiceleste.
La cercanía de fechas entre ambas competencias previstas para 2021, la participación en la Libertadores de ‘mi’ equipo, la necesidad de que el muchacho de los sueños de alguien esté en la mayor y no en la juvenil, cualquiera es argumento suficiente para que los transeúntes de la AFA se detengan en cada recoveco a negociar algo.
Cada uno atiende su juego y pretende arrastrar a otro a la misma mesa.
Se supone que las huestes de Tapia son cuasi barrabravas de la celeste y blanca, habida cuenta de que es casi lo único mostrable para afuera que hoy mantiene la calle Viamonte.
Pero claro, ocurre que el mismo apellido que es parte de la AFA y que debe velar por el éxito de la selección, lo es también de la Superliga en la que la torta es decidida por los intereses de los clubes.
Conclusión: todos se mienten un poco. Todos esconden su juego. Como en el truco, cada uno orejea sus cartas y sanatea todo lo que puede.
La semana pasada, por ejemplo, Fernando Batista, el DT de la Sub 24 que estará en Tokio (entre el 22 de julio y el 7 de agosto) lanzó como haciéndose el distraído que tiene toda la intención de incluir en su nómina de 50, que finalmente quedará en 18, a apellidos que también figuran en la Mayor para la cita americana. Juan Foyht (Villarreal), Exequiel Palacios (Bayer Leverkusen), Lautaro Martínez (Inter) Lisandro Martínez (Ajax) y Marcos Senesi (Feyenoord), integran ese listado.
No es que el Bocha no supiera en ese anuncio que le pisaba el jardín a Leonel Scaloni que competirá en el torneo continental entre el 13 de junio y el 10 de julio. Pero igual dijo ‘envido’, por si el otro no ligaba.
El DT de la Mayor aún no dio a conocer su listado, pero la mayoría de los apellidos están cantados. Y con un buen número sabe que tendrá problemas para que los ‘dueños’ europeos concedan que su capital sea arriesgado al ponerse la celeste y blanca, o por cuánto tiempo tengan que cederlo sin beneficio económico alguno.
En el fondo, reman y reman para cambiar esto de las Fechas FIFA y cuanta regla los obligue a dar a sus estrellas a selecciones de fin del mundo, con el «estúpido» argumento del lugar donde nacieron. Y hasta sueñan con aquello de que, por ejemplo, si Messi juega en España, se ponga la casaca roja. Y nos dejemos de joder con miradas nacionales, en un mundo globalizado donde mandan las billeteras.
Y, claro, los dirigentes de acá ven como actúan sus admirados pares europeos y se dicen a si mismo (y lo tiran como al pasar frente a alguna cámara) ‘si ellos no prestan, nosotros tampoco’.
Se olvidan que a ellos sí les debería importar el equipo nacional, pero como desde que no está mas Grondona se sintieron cada vez mas liberados para el grito desbocado de ‘yo elijo a mi equipo’, todo pinta para bolonqui mayor.
Los tipos saben que no conseguirán todo lo que buscan (por aquello de que sus clubes atienden en los dos mostradores del fobal vernáculo). Pero también saben que al menos negociarán algo: ‘Está bien, llevate a este, pero a este otro dejámelo porque a la semana siguiente tengo jugar con Guabirá por la Sudamericana’.
Por ahora, son sonidos pequeños, casi secreteados. Pero nadie dude que habrá ruidos mayores con el paso de las semanas.
Listo. Por ahora, hasta acá llegamos con este tema.
Bien sabe el escriba que cada uno de los lectores de Canal Abierto piensa lo mismo y también prefiere que su equipo no se resienta por más que la selección se vaya al diablo.
Y esconde sus barajas. ¿Para qué hacerse insultar antes de tiempo?
Vigliano
En estas horas existió una sola palabra en el mundo futbolero: ¡Vigliano!
Casi siempre seguida de algunas palabrotas más.
Nadie puede creer el penal que vio y cobró, en el último minuto del clásico de Avellaneda. A esta altura, ni él cree la burrada que cometió. Estén seguros, lo conozco y sé que es un muchacho honesto.
En esto de sacar ventajas, tema al que nos referíamos en el texto anterior, se supo que ambas dirigencias habían chamuyado en algún oído su preferencia por algún árbitro para que dirigiera el clásico.
Se dice que Racing había pedido a Néstor Pitana. Y el rojo…….¡a Mauro Vigliano!
La vida está llena de curiosidades.
O sea, que el Diablo confiaba en su capacidad, o en su honestidad. O, en el peor de los casos, en que si no llegaba a ser honesto y era un inmoral, ¿fuera un inmoral pero a favor propio?
Como contrapartida, del lado académico se confesó ayer que, antes del choque, los pasillos del estadio ardían de dudas por la designación del tipo de negro.
‘En AFA lo quieren frenar a Blanco’, concluían.
Hoy metieron violín en bolsa y se regodean: «Que capo que es el presi…»