Por Inés Hayes | “Estoy muy conmocionada de verlos actuar con tanta frescura, con tanta lealtad al teatro, a la comunicación, a la comunión con los otros y las otras, muchas gracias por hacer teatro Patricios!”, soy Cristina Banegas. Gracias a que la actriz y cantante nuevejuliense, Cecilia Rossetto, les mostró a sus amigas (con las que se están reuniendo para armar una serie) un video sobre el teatro comunitario de Patricios, Cristina Banegas, Cecilia Roth, Mirta Busnelli y Ana María Piccio se enteraron de este proyecto colectivo que tiene casi 20 años y se entusiasmaron con viajar a Patricios cuando pase la pandemia.
El pueblo de Patricios, ubicado a 250 kilómetros de la Capital Federal, en el partido de Nueve de Julio, se quedó sin ferrocarril en 1977 y de 6000 habitantes, quedaron 600. Como tantos otros pueblos de la Argentina, Patricios nació alrededor del tren. El primero llegó en 1907 y la pequeña localidad tomó el nombre de la estación ferroviaria de la línea Compañía General Buenos Aires -de origen francés- que iba de la Capital Federal a La Pampa.
“En 1927, cuando llegué a Patricios, el pueblo estaba casi formado: había un cine, dos estaciones de servicio, muchos almacenes, hoteles y dos gremios pujantes, La Fraternidad y la Unión Ferroviaria; llegaba gente muy a menudo a trabajar en el ferrocarril, y aunque parezca mentira había tanto movimiento que no se distinguía el día de la noche”, contaba Raúl Alberca, maquinista jubilado, que falleció hace unos años con más de 90.
Para 1955 Patricios tenía más de 6.000 habitantes, y en la década de 1940 había, recordaba Alberca, 49 equipos de maquinistas y foguistas que trabajaban en los talleres de reparación de locomotoras. Pero a fines de la década de 1950 apareció la sigla FMI (Fondo Monetario Internacional), y con ella, la famosa “reestructuración” durante el gobierno de Arturo Frondizi, eufemismo bajo el que el organismo multilateral justificaba y pedía la venta de los ferrocarriles para pagar la deuda externa. Pero fue en 1977, en plena dictadura militar, cuando el pueblo vio pasar el último vagón. Y los vecinos y vecinas se fueron yendo en busca de oportunidades laborales; familias enteras se desmembraron, se cerraron los hoteles y el proyector del cine se apagó para siempre.
Hoy en día, la mayoría de quienes viven en Patricios son jubilados y pensionados. Muchos tienen planes sociales o son contratados como peones de campo; otros tienen que ir a trabajar a Nueve de Julio, la ciudad cabecera del Partido, porque en su pueblo no hay fábricas ni industrias.
Resistir actuando
Fue en noviembre de 2002, en plena crisis económica, cuando Alejandra Arosteguy y Mabel Hayes, coordinadora general del proyecto, después de haber participado de un taller asesorado por Adhemar Bianchi y Ricardo Talento (los inventores del teatro comunitario en Argentina) fueron al club del trueque que funcionaba en el pueblo e invitaron a los vecinos y vecinas a hacer teatro. A la primera obra, de creación colectiva, la llamaron Nuestros Recuerdos, y cuenta la historia del origen del pueblo alrededor del ferrocarril.
Es esa historia, contada a partir de los recuerdos y vivencias de vecinos y vecinas, que enamoró a las actrices que la vieron a partir de un video. “Es una exquisitez lo que hacen, es hermoso porque tiene todo: trabajo colectivo, cooperación; tiene una producción genial, tiene actores y actrices que están bárbaras. Es muy lindo, muy conmovedor ver teatro en esos pueblos que son míticos”, dijo Mirta Busnelli.
Cecilia Roth agregó: “qué maravilla lo que hace Patricios: el pueblo entero en el escenario de la estación y eso que dice una de las actrices, que los problemas sacados hacia afuera aflojan es una síntesis de lo que es el teatro, es muy emocionante”. Casi en un suspiro, Ana María Piccio no podía parar de decir “qué hermoso, qué hermoso”.
“Yo expresé lo que siempre está en mi corazón y en mi memoria con respecto a la tierra que me vio nacer y nos estábamos reuniendo con amigas, grandes actrices y conversamos sobre los lugares en que cada una ha vivido, tenemos una compañera en el grupo que es española, Cecilia Roth ha vivido mucho tiempo en España, igual que yo, entonces nos contamos nuestras cosas. En medio de todo esto, yo les conté cómo siempre había sentido una debilidad especial por el grupo teatral que habían formado los y las habitantes de Patricios luego de que el tren no pasara más. Les mostré videos y ellas expresaron sumamente cálidas lo que les había parecido, las emocionó muchísimo y decíamos qué hermoso sería poder ir a Patricios”, contó Cecilia Rossetto, esperando que termine la pandemia para poder ir al pueblo a ver en vivo y en directo el teatro de vecinos y vecinas.