Redacción Canal Abierto | Hasta las elecciones nada pasará, pero después… se vendrá un tarifazo. Esa frase resume lo que ocurrirá luego de octubre, fecha para la cual el gobierno de Mauricio Macri está reservando las medidas antipopulares que planea tomar con el fin de no desalentar el voto de su posible electorado.
No habrá reparos: transporte, luz, gas, peajes, telefonía móvil y combustible son los rubros en los que el impacto se vivirá más nítidamente. Es decir, los costos que inciden en forma directa sobre el bolsillo de la clase trabajadora.
Ya en julio, desde Canal Abierto habíamos anticipado los nueve recortes que se vienen después de octubre.Transporte, por ejemplo, es el aumento que solapada pero sostenidamente se viene anunciando desde entonces. Ante los reclamos de las empresas, el Gobierno aumentó los subsidios a comienzos de junio para mantener estables las tarifas y sostenerlas hasta pasados los comicios. Para eso, habilitó partidas presupuestarias récord. Sin embargo, consultados por La Nación, voceros del Ministerio de Transporte confirmaron que las subas de los boletos “llegarán inevitablemente en el mediano plazo”. Puntualmente, hacia fines de año, justo a tiempo para achicar el déficit y aliviar el balance 2017.
Según economistas, el boleto mínimo de colectivo pasaría en la Ciudad de Buenos Aires de $6 a cerca de $11. El subte, en tanto, sin subsidio pasaría los $15.
Andar en auto también saldrá más dinero. Los peajes también subirán en vacaciones de verano, aunque las autopistas porteñas ya se encarecieron un 37% en agosto. Y los precios de los combustibles deberían actualizarse en octubre, según la fórmula de revisión trimestral, aunque posiblemente el aumento impacte después de las elecciones.
En tanto la Federación Nacional de Conductores de Taxis, liderada por José Ibarra, pedirá al Gobierno de Larreta otra suba de 12% para después de las elecciones.
Por otro lado, fuentes oficiales vienen anunciando un “recorte de gastos del Estado en bienes y servicios”. Los subsidios fueron el 16% del total del gasto en 2016 y deben ser 10% este año, según los cálculos oficiales. Sin embargo, el gasto en subsidios a la luz fue de $ 36.000 millones en el primer semestre, un 18% más en relación a igual período de 2016.
Luego del primer tarifazo que llegó a principios de año con un 42%, habrá otro ajuste en la factura de luz de noviembre y otro en febrero y Juan José Aranguren anunció una suba de 19% del Valor Agregado de la Distribución. Según informó Ambito, las distribuidoras Edenor y Edesur ya cuentan con permiso especial para adecuar sus márgenes de rentabilidad, con una fórmula de actualización que debe aplicarse cada seis meses, y que este año coincidirá con el alza de noviembre. En tanto en la provincia de Buenos Aires, las distribuidoras del interior ya facturan la luz con aumentos de alrededor de 58% desde septiembre.
El mismo diario reveló que a partir del 1 de diciembre está previsto otro incremento en las tarifas de gas para transporte y distribución, que tienen una incidencia del 40% en la factura sin impuestos.
Los aumentos en estos rubros el año pasado ya se hicieron sentir en el consumo. Según el último informe trimestral de Coyuntura Energética d el Ministerio de Energí, la demanda de gas cayó 22,7% en el segundo trimestre, en comparación con 2016, y el consumo de electricidad se redujo un 9%.
La telefonía celular también aumentará. Personal anunció una suba del 4% en promedio para los clientes prepagos a partir del 8 de octubre. Movistar los elevó 12% desde septiembre.
El monotributo, en tanto, -una de las pocas categorías de “empleo” que subió, según el INDEC-, aumentará a partir de enero.