Redacción Canal Abierto | El 28 de diciembre de 2001, como continuidad de las protestas que empujaron la huída de Fernando de la Rua de la Casa Rosada, una manifestación impulsada por la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas comenzó a delinear lo que sería el camino de salida de la Corte de Suprema de Justicia integrada por Julio Nazareno como presidente, Adolfo Vázquez, Eduardo Moliné O’Connor, Guillermo López y Antonio Boggiano señalada por fallar reiteradamente a favor de los intereses del gobierno de Carlos Menem primero, y de la Alianza más tarde.
En 2002, ante la presión social y política renunciaron Nazareno, López y Vázquez. El Senado destituyó mediante un jury de enjuiciamiento a Moliné O´Connor y Boggiano.
Ayer, la propia AAL junto a sindicatos de trabajadores judiciales, organizaciones sociales y otros gremios realizaron un acto frente a Tribunales con una convocatoria en la que, además, reclamaron cambios en el actual Poder Judicial.
“Ante la grave crisis del fuero del trabajo, ocasionada por la negligencia y desidia de las máximas autoridades del Poder Judicial» – según señalaron en un comunicado – exigen «reactivación plena de la actividad del fuero, cumpliendo los protocolos y cuidados; inversión en tecnología que garantice la tramitación de las causas en tiempos razonables; asignación del Fondo Anticíclico a la resolución de los graves problemas edilicios y reemplazo del sistema de gestión judicial”.
Consultado por Canal Abierto, Matías Cremonte, integrante de la Asociación de Laboralistas y director del departamento jurídico de ATE Nacional, explicó que la acción se convocó ante “la necesidad de homenajear a los 36 compañeros y compañeras que fueron asesinados en todo el país el 19 y 20 de diciembre, en los prolegómenos de lo que fue la gesta de la Asociación de Abogados Laboralistas que motorizó la movilización”.
Además, Cremonte analizó: “Del 2004 al 2015 la Corte fue un tribunal elogiable, pero después del 2015 el gobierno macrista incorporó dos jueces por decreto –que luego fueron incorporados por mecanismos legales pero no hay que olvidarse nunca que primero fueron designados por decreto- y la Corte empezó un franco deterioro, un camino cuesta abajo. Hoy el resultado es bastante penoso, en materia de derechos sociales, laborales, en libertades democráticas ha hecho un retroceso que nos preocupa”.
Por su parte, Paula Lozano, presidenta de la AAL, señaló: “Nuevamente hoy nos encontramos en presencia de una Corte que no cumple el rol que le corresponde de garante de los derechos fundamentales, especialmente de las personas trabajadoras. Venimos de dos años de pandemia con un Poder Judicial casi paralizado, especialmente en la Justicia del Trabajo que es justamente donde se deben efectivizar los derechos del sector que está en mayor situación de vulnerabilidad”.
Pedro Kesselman, quien fuera el presidente de la Asociación en 2001, recordó: “Iniciamos esto porque los fallos de la Corte eran antitrabajadores, proempresarios, a favor de las grandes corporaciones”
“Aquella era una Corte adicta al menemismo, que era el neoliberalismo, la entrega del país, las privatizaciones, el hambre, hoy tenemos una Corte al servicio de las grandes corporaciones”, agregó.
“Mientras las mayorías en el Congreso no den, y cuenten con el respaldo de esa unión transitoria de empresas que configura el PRO, el radicalismo y demás, vamos a tener esta Corte, pero inevitablemente tiene que seguir el camino de aquella que encabezaba Nazareno, tarde o temprano tendrán que irse y habrá que renovar el Poder Judicial”, sintetizó el reconocido abogado.
Video-resumen de la jornada, cobertura, edición audiovisual: Pablo Martínez Levy
Fotos: Paloma García