Redacción Canal Abierto | La semana pasada el INDEC dio a conocer los números de la pobreza y la indigencia, que evidenciaron una pronunciada mejoría en relación con números anteriores pero también una situación que continúa en niveles alarmantes.
De acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el índice de pobreza fue de 37,3% en el segundo semestre de 2021, casi tres puntos porcentuales por debajo del semestre anterior, que fue del 40,6%, y cinco puntos menos que el 42% del segundo semestre de 2020. En cuanto a la indigencia, es decir aquellos cuyos ingresos no le permiten procurarse el mínimo de alimentación, fue del 8,2%, contra el 10,7% del primer semestre del mismo año y del 10,5% de segundo semestre de 2020.
En cifras absolutas, esto significa que en un año salieron de la pobreza casi 2 millones de personas y de la indigencia un millón. Al evaluar los cuartos trimestres, la salida de la pobreza de casi 4 millones.
Sin embargo, a pesar del crecimiento económico récord de 2021, “el efecto fue retrotraer el cuadro social al año 2019”. Esta evaluación surge del informe Mejoras en los indicadores de pobreza e indigencia al finalizar 2021, elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) fundado por Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular en el Frente de Todos y director del Banco Nación, y coordinado por Ana Rameri.
Alentadores pero insuficientes
“El rebote en la actividad económica experimentado en 2021 permitió revertir el derrumbe social acumulado, aunque sólo parcialmente, dejando los indicadores sociales en valores altos muy superiores a los de 2016”, sostiene.
En otras palabras y de acuerdo al estudio, en el cuadro de situación en la Argentina de hoy —donde 17 millones de habitantes continúan siendo pobres y 3,7 millones pasan hambre— “estos resultados son alentadores, aunque insuficientes”. Y agrega: “2021 ha culminado tan grave como 2019, se ha recuperado respecto al evento crítico y extraordinario que ocasionó la pandemia, pero hasta el momento, no pudo avanzar más que esto”.
“Alentadores porque por fin se emprende la tendencia buscada, e insuficientes porque luego de lo que parece ser el año de mayor crecimiento económico de los próximos años (el acuerdo con el FMI propone explícitamente un enfriamiento de la economía) apenas se logró empatar el escenario social que nos dejó la gestión neoliberal macrista”, detalla el Instituto.
Condiciones de posibilidad
En este escenario, el IPyPP establece algunas hipótesis sobre las condiciones de posibilidad de aunar recuperación económica con mejora en las condiciones de vida de la población.
Entre ellas, establecen:
- Sin crecimiento económico se limita la posibilidad de recomponer condiciones de vida, pero con el crecimiento económico únicamente no alcanza.
- Los indicadores sociales mejoran cuando la actividad económica crece a razón del fortalecimiento del consumo interno, del empleo de calidad con restitución de derechos y con una política de ingresos activa.
- El crecimiento económico tiene rendimientos sociales cuando la regulación pública impide que los agentes concentrados de la economía abusen de sus posiciones dominantes en mercados estratégicos que inciden en la canasta de consumo.
Por otro lado, algunas de las razones del crecimiento de 2021 no parecen poder repetirse en 2022. Por ejemplo, durante los últimos tres meses del año pasado se vieron fuertemente comprometidos los precios de las principales commodities a la luz de los acontecimientos internacionales.
Otra dificultad sobre la que hace eje el IPyPP para este año es la “de disciplinar al poder económico concentrado” así como también la de hacer frente a “la autodisciplina fiscal que el mismo gobierno nacional se impone si buscara cumplir con el acuerdo con el FMI”.
Ilustración: Marcelo Spotti