“todo nos recuerda a cada paso que el hombre no domina, ni mucho menos, la naturaleza a la manera como un conquistador domina un pueblo extranjero, es decir, como alguien que es ajeno a la naturaleza, sino que formamos parte de ella con nuestra carne, nuestra sangre y nuestro cerebro, que nos hallamos en medio de ella y que todo nuestro dominio sobre la naturaleza y la ventaja que en esto llevamos a las demás criaturas consiste en la posibilidad de llegar a conocer sus leyes y de saber aplicarlas acertadamente” (Friedrich Engels, Dialéctica de la naturaleza, 1876)
Redacción Canal Abierto | ¿Cómo leer, una vez más, a Marx? Pero, sobre todo en tiempos de crisis ecológica, ¿cómo leerlo en clave ambiental? Esta es la pregunta central que propone La ecología de Marx (Ediciones IPS), del sociólogo de la Universidad de Oregón y editor de la revista Monthly Review, John Bellamy Foster.
El libro busca desmontar las interpretaciones mecanicistas o excesivamente academicistas propias del vasto mundo de la intelectualidad marxista, rastrea el diálogo entre el filósofo alemán y atomistas de la Antigüedad como Epicuro, la Ilustración y la filosofía materialista, partiendo de sus lecturas de las ciencias naturales y los estudios etnológicos.
“En sus textos, vemos que Marx se pregunta: ¿cómo puede ser que un ser natural, como el ser humano, vea a la naturaleza como un ser extraño? La respuesta la encuentra ligando el problema histórico de la alienación de la naturaleza con la alienación del trabajo, que es la clave del modo en que el capitalismo explota a la humanidad para extraer su plusvalía”, explicó a Canal Abierto el docente de la UBA y editor y prologador del libro, Juan Duarte.
A grandes rasgos, se propone un pensamiento social de Marx que incluye una visión ecológica del mundo, a contra mano de miradas como la del stalinismo, cuando “el mecanicismo y la lógica puramente productivista intentó limitar el marxismo, dejando de lado estas cuestiones a las ciencias duras, como si la labor científica fuera algo neutral e imposible de problematizar”. En cambio, agrega Duarte, “Marx y Engels proponen pensar al ser humano como parte de la naturaleza en relación amigable, racional, planificada y sostenible para legar la naturaleza tal cual la encontramos a las futuras generaciones”.
La ecología de Marx es una nueva interpretación del pensamiento de uno de los filósofos, economistas y militantes más prolíferos de los últimos siglos. Ni más ni menos que una perspectiva verde y roja para el actual desafío ambiental.
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