Canal Abierto Radio | Para “combatir el narcotráfico” el diputado de Juntos por el Cambio, Walter Ghione, reclamó a los gobiernos de Santa Fe y Nacional que “pidan ayuda a la DEA (Drug Enforcement Agency)”, solicitud a la que recientemente se unió el gobernador de dicha provincia, Omar Perotti. El periodista y escritor del libro La DEA en Argentina. Una historia criminal, Julián Maradeo, analizó en Canal Abierto Radio el rol de este organismo estadounidense y sus intervenciones en Argentina.
“A la DEA no le interesa nada de la problemática local argentina excepto aquello que afecte a EEUU. Si en el medio lo que tiene que hacer para fortalecer el vínculo con las provincias es dar un paso de comedia con un anuncio de estas características, lo hace”, aseguró Maradeo.
A su vez, indicó que “hay una cuestión histórica que forma parte de la estrategia de la DEA a la hora de mantener relaciones con las provincias salteando el Gobierno nacional profundizándose desde 2012 a esta parte», y dejó en claro sus intereses en el territorio argentino: “A la DEA no le interesa lo que pasa con Los Monos en Rosario, sino la hidrovía del Paraná – Paraguay”.
En este sentido, remarcó que “la DEA utiliza eventos formales para fines informales como es trabar relaciones informales con jueces, fiscales, etc”, indicó apuntando a la relación de este organismos con los medios de comunicación hegemónicos resaltando que “con los que mejor se ha llevado son La Nación e Infobae”.
El periodista comenzó su investigación sobre este organismo en 2019 por un encargo del editor de la Revista Crisis “para mostrar concretamente cómo se fueron construyendo a lo largo de los años las relaciones entre la Embajada de EEUU con la justicia Argentina”. Es así que comprobó que contaba “con una presencia muy importante tanto en juzgados federales o del fuero penal económico o en Fiscalías, incluso superponiéndose sobre el FBI y la CIA”.
Según el escritor, “la particularidad” que encontró fue que a pesar de ser creada el 1º de julio de 1973 bajo ese lema de “guerra contra las drogas” de Richard Nixon en EEUU, “desde ese mismo momento de partida la agencia tiene una oficina de status regional en Bs. As.”, algo que le “hacía ruido” hasta que “Michael Levine, un agente encubierto de la DEA en la década del 70 en el país», le confirmó que “Argentina se había convertido en una base ilegal de operaciones de cara a Bolivia”.
Asimismo, señaló “otro hecho importante e histórico entre el 73 y 76, hasta el Golpe de Estado en marzo». Maradeo, contó que “la DEA lo que hacía era pedir la extradición de tres extranjeros que formaban parte de algo que se conoció como la ‘red francesa’ que se dedicaba al tráfico de heroína usando a Argentina como país de tránsito y que fue rechazada por los jueces en ese momento. Cuando es el golpe el 24 de marzo del 76 la DEA establece un acuerdo con la dictadura para secuestrar a estos tres objetivos que tenían en nuestro país”. Según Maradeo, hasta la actualidad “se fueron sofisticando las estrategias de cooptación tanto de las fuerzas federales y provinciales de seguridad como de ministros y fiscales”.
“En Argentina, desde el 80 hasta el presente se fueron realizando acuerdos bilaterales por los cuales se circunscribe la acción de la DEA en el país a cooperar con cursos de capacitación o donación de tecnologías, y compartir información. Sin embargo, desde 2017 funcionan los grupos operativos conjuntos que son una especie de unidades de élite de investigación contra el narcotráfico creados por la entonces Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich”, informó.
“Ahí la DEA lo que hizo para financiarlos y patrocinarlos fue imponerle a Bullrich que en última instancia estas personas debían tener una reunión a solas con la DEA, sin la presencia del Ministerio de seguridad nacional. Son agentes argentinos formados por instituciones argentinas para actuar en territorio argentino comandados en la sombra por la DEA -remarcó- esto llega a tal punto que cuando accedí a los documentos clasificados del Ministerio los jefes de las fuerzas de origen le están reclamando, casi rogando, que les informen qué hacen con sus agentes la DEA porque ellos no saben”.
“Estos grupos operativos conjuntos tienen a disposición cajas de dólares en negro que pone la DEA, lo que significa que figuran en la contabilidad norteamericana pero no en la argentina. Quizás lo más grave es que el Ministerio de Seguridad anterior como el actual junto a jueces y fiscales, están todos al tanto de esto, la que no está al tanto es la sociedad argentina”, dio a conocer.
Y concluyó: “Si el objetivo real hubiera sido ‘la guerra contra las drogas’ fue un fracaso total. El año que viene la DEA cumple 50 años de existencia y no hay ningún país, mucho menos en el propio EEUU, donde se puedan jactar de que hubo alguna mejora. Pero cuando entrevisté a los agentes o a integrantes de las fuerzas federales o provinciales de Argentina que se formaron con la DEA ninguno sostienen esa fórmula sino que era parte parte del marketing de ese momento pero en realidad lo que hace la DEA es apuntar al control del tráfico”.