Redacción Canal Abierto | A metros de la puerta del Ministerio de Seguridad, las vallas policiales evitaron el paso de los manifestantes que se concentraron este mediodía en la esquina porteña de Las Heras y Pueyrredón para reclamar esclarecimiento y justicia del intento de asesinato a Julia Rosales, dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) que fue baleada este lunes en la puerta de su casa en Vicente López.
“Fue un sicario que disparó a matar –relata su hijo, César García, en diálogo con Canal Abierto–. Se trata de una persecución a los luchadores sociales. Hay un cambio de situación política”.
Su lectura acerca del móvil del hecho se enmarca en una serie de ataques que distintos dirigentes del espacio estuvieron recibiendo en los últimos tiempos. Luego del atentado y al volver a su casa, el marido de Julia –también dirigente del espacio– se encontró con que habían pisoteado su auto y le habían escrito los vidrios.
Para la militancia, se trata de un mensaje mafioso que intenta amedrentar a quienes “ponen el hambre arriba de la mesa”. Entretanto, desde el Estado ningún funcionario se acercó aún a dar respuesta y en el Ministerio, pese a la masiva movilización, no los recibieron.