Canal Abierto Radio | Se conocieron archivos del genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz en los que figuraba el nombre de la candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza Victoria Villarruel, cuya actuación pública estuvo vinculada a la defensa y reivindicación de lo actuado durante el genocidio perpetrado en nuestro país por la última dictadura cívico militar.
Entrevistada por Canal Abierto Radio, la abogada en juicios por delitos de lesa humanidad Guadalupe Godoy contó que “son dos hojas dentro de lo que es la causa por la desaparición de Jorge Julio López. Cuando López desaparece, los organismos planteamos fundamentalmente que no se trataba de proteger testigos, sino que se trataba de investigar quiénes eran o qué sectores y personas eran los que querían impedir la continuidad de los juicios”.
Godoy representó en el juicio contra Etchecolatz al testigo desaparecido el día de la lectura de la sentencia y recordó que cuando comenzó la investigación por el destino de López, “hubo algunas líneas específicas de investigación y una tenía que ver con quiénes iban al penal de Marcos Paz. Porque después también se descubrió que era todo un descontrol, que entraban sin ningún tipo de control a la cárcel. Ahí hay una responsabilidad muy grande de quien en ese momento era ministro de Justicia”.
Villarruel entra en escena “en las visitas a Cozzani, que era el lugarteniente de Etchecolatz tanto en dictadura, cuando fue uno de los protagonistas de la persecución al grupo Graiver, como después en democracia cuando Etchecolatz fue jefe de seguridad de Bunge&Born. Ahí aparecía ella junto con Cecilia Pando”, señaló la abogada.
Y destacó que “por otro lado, cuando se hacen estos allanamientos en Marcos Paz, aparece un cuaderno en el cual Etchecolatz preparaba su juicio. El llegó excarcelado a este primer juicio que hicimos en el 2006. Ahí iba acomodando distintas cosas de su estrategia. Desde dónde iba a quedar alojado hasta con quienes iban a hacer lobby. Allí está nombrado Mastandrea, un policía que después después fue condenado en juicios de lesa humanidad, al cual ponía como el operador judicial y después agenda a Victoria Villarruel”.
“Está su teléfono de esa época y también aparece Cecilia Pando como parte de las conversaciones que iba a tener. Era un aporte para poderla ubicar y situarla ya no como una preocupada por la persecución de la que eran blanco los genocidas, sino como alguien que activamente es parte de esa causa, como fue en su momento todo el grupo de Memoria Completa y varios sectores así”, agregó.
La candidata a vicepresidenta de Milei, como sabemos, es una militante pro genocidas, que apoya activamente a los imputados en los juicios, desde sus inicios. Acá por ejemplo, está su nombre en el cuaderno en el que Etchecolatz se organizaba para el juicio del año 2006. pic.twitter.com/BSlOJRTQjS
— Guadalupe Godoy (@guadalgodoy) August 30, 2023
Radiografía de una apologista del genocidio
La candidata a vicepresidenta de Javier Milei fundó en 2006 el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, organización desde la cual buscó reinstaurar la teoría de los dos demonios y colaborar en la defensa y reivindicación de la represión ilegal efectuada desde las fuerzas armadas y de seguridad entre 1976 y 1983.
En las recorridas mediáticas tras la inesperada performance electoral de La Libertad Avanza en las PASO del 13 de agosto, Milei manifestó que en caso de ser el próximo presidente, las áreas de Defensa y Seguridad quedarían bajo la tutela de Villarruel. ¿Qué puede implicar esto en términos de retroceso en las políticas de Memoria Verdad y Justicia impulsadas desde 2003? ¿Qué lectura se hace de un electorado que en un 30% se vuelca por una figura de estas características?
Godoy manifestó: “Por un lado mucha preocupación, pero por otro la certeza también que ese 30% de la población que votó esta fórmula en general o desconoce o no es el punto prioritario del motivo por el cual hizo esa elección. Lo digo en parte porque me parece que la idea de pensar un 30% de votantes negacionistas es apabullante. En realidad, daría la impresión de que en esa elección hay mucho de las otras deudas de la democracia, y esto de entra de contrabando”.
“Hoy un compañero que es historiador planteaba la paradoja de que, cuando tendríamos que estar el 10 de diciembre celebrando los 40 años de democracia estemos ante una fórmula donde el candidato a presidente reivindica la política económica de la dictadura y la candidata a vice reivindica el plan sistemático de exterminio. Es un momento duro para atravesar”.
La abogada resaltó que “la derecha ha sido muy hábil durante estos años. Tanto el negacionismo como la reivindicación del genocidio se escondieron en un discurso hasta aséptico. Villarruel encabezó todos esos movimientos que aparecían con preocupación por la violación de las garantías y los derechos de quienes eran llevados a procesos, no con la reivindicación lisa y llana, sino con esos discursos más escondidos, más gatopardizados que son tan difíciles de desmontar, pero hay que hacer ese esfuerzo”.
Y destacó que “desde la militancia de derechos humanos nos cabe asumir una suerte de actitud pedagógica y por ahí retomar algunas cosas que hemos dado por supuestas durante muchos años y que hay que discutirlas. Porque en las miradas sobre lo que sucedió en la dictadura hay una disputa en el sentido permanente”.
Godoy se refirió también a la disputa a dar dentro del electorado más joven, sector en el que el discurso de Milei tiene mucha penetración. “En estos días estamos muy preocupados por cómo se llaga a estos pibes a los cuales evidentemente ni en el secundario ni en la familia, hubo ámbitos donde pudieran problematizar estas cosas y hay que hacerlo”, sostuvo al respecto.
“Se acerca la Noche de los Lápices, que es un momento de memoria muy potente, por lo menos en la ciudad de La Plata donde vivo, y estábamos pensando distintos talleres con pibas y pibes y pensamos en ponerle un título muy polémico que es ¿Son 30.000?, invitando un poco al debate”, contó Godoy .
Y analizó: “uno de los errores que hemos cometido también, y lo digo porque estos años hubo muchos proyectos que tenían que ver con la idea de sancionar al negacionismo, es pensar que hay cosas que no son discutibles, que no son debatibles. Me parece que el rol nuestro hoy es salir a discutir. Y habilitar los debates. Porque cuando un discurso se torna dominante y no hay habilitación para esos otros que andan subterráneos, crecen debajo de las piedras”.
“Si a un pibe le decís que no puede decir que no son 30.000 porque es negacionista sin problematizar cómo llegamos a esa cifra y cómo la construimos, lo estás plantando en una vereda donde necesariamente ser joven es pensar en romper el status quo y lo llevas a ese otro lado”, concluyó la abogada.
Acá su nombre, junto a Cecilia Pando, visitando al Beto Cozzani, integrante de la patota de Etchecolatz y con un nefasto rol en el caso Graiver. pic.twitter.com/LVGmFTJbm7
— Guadalupe Godoy (@guadalgodoy) August 30, 2023