Redacción Canal Abierto | Un tribunal le acaba de autorizar al fundador de WikiLeaks recurrir en otra audiencia contra dos de las tres garantías ofrecidas por Estados Unidos sobre el tratamiento que recibiría si fuera entregado para ser juzgado en ese país.
Los jueces entendieron que Assange podría ser tratado diferencialmente por su nacionalidad no estadounidense y por ese motivo no podría ampararse en la Primera Enmienda de la Constitución del país, que protege la libertad de expresión. En un caso normal, si eso sucediera podría abrirse el camino una pena de muerte.
Estados Unidos reclama al programador informático por difundir información clasificada en 2010 y 2011, que expuso violaciones de derechos humanos del Ejército estadounidense en las guerras de Irak y Afganistán.
Técnicamente, enfrenta 17 cargos de espionaje y otro de uso inapropiado de una computadora por la publicación en su sitio web de un lote de documentos clasificados estadounidenses hace casi 15 años.
El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, advirtió que el fiscal estadounidense del caso, Gordon Kromberg, ya avisó que podría esgrimir como argumento que “los ciudadanos extranjeros no tienen derecho a la protección bajo la Primera Enmienda”.
Su defensa alegó que ejercía como periodista y que expuso malas prácticas del Ejército estadounidense. Enviarlo a Estados Unidos lo dejaría expuesto a un procesamiento con motivaciones políticas y supondría un riesgo de “negación flagrante de la justicia”, aseguran.
La tercera garantía sí fue aceptada y no se recurrirá, en la que el Gobierno estadounidense se comprometía a no aplicarle la pena de muerte.
Assange, de 52 años, está detenido en Belmarsh, una de las prisiones de mayor seguridad de Gran Bretaña, en el sureste de Londres desde 2019 mientras sostiene su lucha contra la orden de extradición.
Foto principal: Un manifestante frente al Tribunal Superior de Londres, el lunes 20 de mayo de 2024 // Crédito: Kin Cheung – AP // Tomada de La Nación