Redacción Canal Abierto | Cerca de una hora tuvieron que esperar los cientos de miles de asistentes a la charla que mantuvieron ayer el ex presidente estadounidense Donald Trump y el magnate Elon Musk.
La demora, según el magnate anfitrión, se debió a “un ataque masivo de DDOS (que envía múltiples solicitudes para exceder la capacidad de un sitio web) contra X”, la plataforma de la que es dueño, junto a Tesla y SpaceX.
Lo cierto es que el contador de visualizaciones alcanzó su pico de dos millones de espectadores, lejos de los ocho millones anunciados como límite de los servidores.
Era el retorno del platinado candidato republicano a esa red -antes Twitter- tras el veto sobre su cuenta luego del asalto al Capitolio en enero de 2021, cuando atizó desde dicha plataforma lo que terminaría convirtiéndose en una suerte de intento de golpe de Estado.
Por sobre todas las cosas, fue un intento por relanzar una campaña electoral que lo tuvo como gran favorito hasta hace pocas semanas atrás, cuando en un giro inesperado Biden declinó su candidatura demócrata y abrió paso a su vice, Kamala Harris.
“No soy fan de Joe, que es el peor presidente de la historia. Pero lo que le hicieron fue un golpe de Estado. Ella es una radical de San Francisco, está más a la izquierda que Bernie Sanders, va a ser peor”, comentó Trump.
Tras la entrevista, el equipo de prensa de su contrincante describió a Musk y Trump como dos “ricos obsesionados consigo mismos que venden a la clase media y son incapaces de dirigir un livestream en el año 2024”.
Por supuesto, también hubo espacio para recordar el atentado frustrado que sufriera el mes pasado en Pensilvania: “No fue placentero, puedo decirte eso. No sabía que tenía tanta sangre ahí, pero los doctores me dijeron que las orejas tienen mucha sangre. Supe inmediatamente que fue una bala y que me dio en la oreja”.
Agregó, además, que tras el intento de asesinato se hizo “más creyente que nunca en Dios”, y anticipó que pronto volverá a la pequeña ciudad donde ocurrió el ataque.
En materia de política internacional, el candidato aseguró que con él en la Casa Blanca ni el presidente ruso, Vladímir Putin, se habría atrevido a invadir Ucrania, ni la milicia palestina Hamás a atacar a Israel.
En su repaso geopolítico, Trump elogió repetidamente la labor del presidente venezolano, Nicolás Maduro. “Ha provocado una caída del 72% de la criminalidad”, lanzó para luego aprovechar y descargar su ira sobre las poblaciones migrantes: “Vienen de África, de Asia, de Oriente Próximo y Sudamérica. (…) En Venezuela y otros países, los crímenes han bajado porque se han deshecho de toda su gente mala”.
En el mimo sentido, Musk contó que en una visita reciente a la frontera con Texas presenció lo que llamó un “apocalipsis zombi”. Es decir, personas cruzando desde México. “Este es un asunto existencial, fundamental. Creo que si permitimos que esto pase por cuatro años más no tendremos más país”, apuntó.
Al igual que Maduro, la otra figura latinoamericana que surgió en la charla fue la de Javier Milei -“el líder de un lugar llamado Argentina”-, al que calificaron de “personaje interesante”: “Es MAGA (Make Argentina Great Again), Hacer Argentina Grande de Nuevo. Está haciendo un gran trabajo. Hizo realmente un mega ajuste”.
“Tenían una inflación fuera de lo normal, un problema verdadero. Nosotros vamos a tener eso muy pronto. Creo que tenemos la peor inflación de los últimos 100 años. Dicen que son 48 años, pero yo no lo creo. Creo que es la peor en 100 años. No incluyen muchos de los ítems que deberían ser incluidos”, dijo el republicano, pese a que los datos demuestran cómo en los últimos dos años hubo un descenso en los precios estadounidenses.
En coincidencia con Trump, el dueño de la red social X dijo aseguró que “Argentina de la noche a la mañana está experimentando una gran mejora y prosperidad”. Sin embargo, las cifras de pobreza y indigencia vienen en ascenso, todo lo contrario a los índices de producción y empleo de los últimos ocho meses.
Se refirió a la administración de Milei como “una lección para los Estados Unidos” y planteó que la “Argentina solía ser uno de los países más prósperos del mundo en los años 30, 44; pero debido a la mala política de gobierno, se arruinó el país”.
A esta altura resulta agobiante explayarse respecto al carácter casi medieval de nuestro país hace un siglo, las paupérrimas condiciones de vida de las grandes mayorías y la exacerbada concentración de la riqueza a la que Trump y Musk volverían gustosos.
Así como ambos hicieron uso del contenido falaz o tergiversado con que el mileismo suele reivindicarse en redes, el Presidente argentino se vanaglorió retuiteando y reposteando todos y cada uno de los comentarios que destacaron su lugar en la charla de magnates norteamericano.
“La gran amenaza es la nuclear, porque tenemos cinco países que cuentan con poderío nuclear [en realidad son nueve] y no tenemos que permitir que ocurra nada con gente estúpida como Biden”, advirtió Trump. Y en este caso, al menos en lo que respecta a los peligros del uso de este tipo de armas de destrucción masiva, habló con la verdad.