Redacción Canal Abierto | Desde el regreso de la democracia no se recuerda una víspera electoral tan conmocionada por un hecho que haya desplazado a la elección en la agenda.
Durante los últimos días se encontró un cuerpo muerto sobre el río Chubut, ayer a las 20 la familia Maldonado lo identificó como el de Santiago y cerca de la medianoche el juez Lleral que entiende en la causa de su desaparición forzada reveló, según una junta de más de 50 expertos, que el cadáver no tenía signos de lesiones.
A pesar de las interpretaciones periodísticas mayormente reflejadas en medios oficialistas que “salvan las ropas” de Gendarmería, la familia Maldonado comunicó hoy que “la declaración no descarta que Santiago haya sido víctima de un accionar violento que desencadenó su muerte, por lo que debemos continuar esperando los resultados concluyentes de los peritos, garantizando que su trabajo sea realizado sin presiones de ningún tipo”. Para saber de qué murió habrá que aguardar al menos quince días.
Durante la tarde hoy, en Plaza de Mayo, se llevó a cabo la concentración más numerosa entre las que se sucedieron en otras ciudades del país. Convocados por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas personificadas en decenas de miles escucharon el documento que se leía sobre el palco de espaldas a Casa Rosada.

“La represión en la que fue secuestrado Santiago forma parte de la represión del pueblo mapuche que llevan adelante el gobierno de Chubut y el gobierno nacional para entregar sus tierras a los Benetton, los Lewis, al fraking y las mineras”, se leyó.
Y se exigió, una vez más, la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la de su jefe de Gabinete, Pablo Nocetti, quien coordinó la represión el 1° de agosto en el Pu Lof en Cushamen.
Es que a esta altura, más allá de los resultados periciales, el caso Maldonado refleja el gravísimo accionar del ministerio de Seguridad. Porque Pablo Nocetti viajó días antes del 1 de agosto para coordinar la represión sin orden judicial, porque el 2 de agosto cuando los mapuches denunciaron la desaparición de Maldonado el gobierno no les creyó y demoró una semana en actuar, porque la ministra Bullrich reveló la identidad del testigo reservado que se comunicó con Santiago el 2 de agosto, porque sostuvo hipótesis funcionales a la protección de Gendarmería.
Justamente en el comunicado que difundió hoy, la familia Maldonado le pidió al presidente Macri “que exija a la ministra Bullrich que dé explicaciones detalladas de lo actuado en este caso por el Ministerio a su cargo y la Gendarmería Nacional Argentina, garantizando la plena colaboración con la Justicia en el avance de la investigación”.
La solicitud fue la respuesta más fría de los Maldonado al gesto del presidente Macri de comunicarse con la madre de Santiago, apenas conocida la identidad del cuerpo, sin haberlo hecho nunca antes. La más visceral fue la de calificarlo “hipócrita”, como hizo Sergio, y confesar su anhelo para que la gente se de cuenta este domingo lo cara rota, inhumano y basura que son.