Por Carlos Saglul | En diálogo con Canal Abierto la colega describió la realidad compleja a través de la cual deberá timonear a uno de los mayores gremios de Prensa del país, al tiempo que aceptó: “la batalla cultural es nuestra derrota”.
-Prensa ha sido uno los sectores más afectados por despidos, cierres y retiros voluntarios en los últimos meses. ¿Cómo caracterizan ustedes esta realidad y su magnitud?
– La actividad de prensa atraviesa una de sus crisis más profundas y de una magnitud poco vista antes. Los trabajadores somos los que estamos pagando esta crisis que es fruto de varios motivos, la convergencia tecnológica que se traduce en una mayor flexibilización laboral, la pérdida de un montón de puestos de trabajos por el cierre de numerosas empresas del campo de la comunicación. Evidentemente está cambiando la forma de producir información y esto se traduce en la manera de consumir. Los grandes medios masivos están viendo como el negocio que tenían atado se está desmoronando y la variable de ajuste volvemos a ser los trabajadores. A los dueños de los medios no les interesa que investiguemos, que realicemos un ejercicio consiente del oficio buscando pluralidad de fuentes, etc. Hoy sólo se trata de llenar páginas, y para eso ya no necesitan periodistas.
En este marco se viene consolidando aquellos compañeros que deciden trabajar en medios autogestionados, comunitarios, alternativos y populares donde el trabajo puede realizarse de otra forma pero están limitados por la falta de financiamiento del sector. Los trabajadores de prensa y la comunicación estamos en medios de esta realidad, y lo más delicado de este problema es que se pierde la función social de este maravilloso oficio que es producir información para que la sociedad, la comunidad puede tomar decisiones y fortalecerse de esta forma la libertad de expresión y el desarrollo de la democracia.
-Para algunos la crisis es provocada por un nuevo intento de reconversión productiva de los grupos económicos concentrados que con mayor desocupación tratan de bajar salarios y de aquí en más “abrir convenios” y aumentar sus ganancias.
-Creo que la crisis en el sistema de medios viene desde hace décadas y es al poder político al que más le preocupa hoy que algunos medios hegemónicos sigan sosteniéndose porque necesitan de ese blindaje para actuar sobre la opinión pública. Mientras más se agudiza la crisis en la actividad de prensa más fácil les resulta realizar esta reconversión productiva de los grupos económicos concentrados que viene acompañada de desocupación y de la baja de salarios. Destruir los convenios colectivos y avasallar con derechos históricos de los trabajadores es parte de ese plan. Esto afecta a todos y todas las trabajadoras y en el caso de los de prensa es mayor aún hoy esta en peligro la ley 12908 que es el estatuto del periodista que consagra derechos fundamentales para garantizar la libertad de expresión y los convenios colectivos como el de prensa de Córdoba que nos otorga más derechos para los trabajadores como la jornada laboral de seis horas, el cinco por dos días de franco, antigüedad, vacaciones, etc.
En muchos medios estos derechos ya no son respetados y esto lo han logrado aprovechándose de la crisis de la actividad. Por eso es tan importante fortalecer la institución gremial y el colectivo de trabajadores y trabajadoras para que no nos pasen más por encima.
–También hay una batalla cultural. A los derechos se los llama privilegios, se habla de bajar los sueldos para mantener los puestos de trabajo, en nombre de una supuesta “solidaridad”.
La batalla cultural es nuestra gran derrota. Nosotros somos trabajadores y trabajadoras que producimos ideas y evidentemente no hemos podido generar con ellas una conciencia de clase fortalecida para enfrentar al enemigo. Todo lo que vos decís es verdad a los derechos le llaman privilegio, el problema de los empresarios es el costo laboral, nos invitan a ser solidarios para mantener los puestos de trabajo, los mismos patrones que nunca fueron ni serán solidarios con sus ganancias.
Se naturalizan idea que van en contra de nosotros mismos, eso es muy grave . Hay un cambio de paradigma que nos quieren imponer como si empresarios y trabajadores fuéramos dos actores sociales con igualdad de acción y sabemos que esto no es así. Lo único que tenemos los laburantes para poder subsistir es nuestra fuerza de trabajo y estamos obligados a venderla al mercado. El capitalista se aprovecha de eso. la igualdad en estos términos no existe. Es una relación de poder y de dominación.
-Por primera vez una mujer al frente de Prensa. ¿Se ve como algo extrañó, o lo extraño es que recién a esta altura una mujer llega a ese puesto de lucha?
-Lo extraño es que recién a esta altura una mujer llega a ese puesto de lucha, esto sin duda. Hace rato que las mujeres estamos en los sindicato pero recién ahora estamos cobrando una visibilidad diferente haciéndonos cargo de los lugares de decisión. A nosotras nos hubiera gustado haber llegado antes. Pero estamos en un sistema capitalista que es necesariamente, a favor del capital, patriarcal. Los sindicatos no escapan a esta realidad, y aunque se llenen la boca hablando a favor de las compañeras reproducen desde la disputa del poder el machismo del sistema. Las mujeres estamos dispuestas a poner el cuerpo para transformar esto y a no bajar los brazos en esta disputa porque la lucha de género contra el sistema patriarcal es también una lucha de clases.
-Jamás los grupos económicos concentrados lograron tanta fortaleza, al punto que en gran parte han abandonado la intermediación de la clase política para gestionar. Esto último, ¿puede ser un error, ya que convengamos un país no es una empresa?.
– No es un error, los grupos económicos que son los que manejan el poder, no tienen en quien delegar. Ese es el problema. Esta vez se tuvieron que poner al frente del mostrador porque no encontraron quien haga el trabajo sucio por ellos. Hasta ahora siempre prefirieron esconderse detrás de algunos políticos que hacían el trabajo sucio por ellos, pero ahora los mismo CEOS de las compañías son los que ocupan esos cargos políticos. Nosotros como trabajadores debemos hacer esa lectura porque de ahí puede aparecer la fortalece para enfrentarlos y construir una alternativa política que nos represente.
– Cuál es la situación en Córdoba, cuales las prioridades de tu gestión?
En Córdoba estamos igual que en cualquier otra provincia del país. Cierre de medios, retiros voluntarios, flexibilización laboral, no nos falta nada. El sindicato refleja esa crisis por eso tenemos que fortalecer la institución gremial porque es la última trinchera que nos queda a los y las trabajadores. Necesitamos un sindicato de puertas abiertas que incorpore y represente a todos y todas las trabajadoras de prensa y la comunicación en todas las formas del ejercicio del oficio. Queremos debatir y representar a los que se organizan como cooperativa de trabajo, a los que están en relación de dependencia, a los que ejercen el oficio en las web, los que hacen periodismo digital, los que desarrollan medios comunitarios, populares y alternativos. Vamos a dar vuelta el sindicato como una media, con la idea de fortalecernos y con la convicción de construir colectivamente una herramienta de lucha y de defensa del oficio más hermoso del mundo.
-Cómo enfrentar esta ofensiva contra los derechos de los trabajadores. El gremio de prensa está dividido en distintos gremios, federaciones. En zonas del país no hay ni gremios. ¿No es darle piedra libre a los empresarios?
Ya nos venimos juntando en una mesa nacional de trabajadores de prensa y la comunicación con el objetivo de buscar una forma de fortalecernos y coordinar la lucha. Me parece que sólo en el debate podemos fijar objetivos comunes para defender la actividad en un momento tan delicado como este. Hay que buscar un instrumento que nos aglutine para defendernos a lo largo y a lo ancho del país e instalar en la agenda social porque es tan necesaria la defensa de nuestro oficio y del paradigma de que la comunicación y la información son derechos humanos vitales para garantizar una sociedad más justa y solidaria. Puede ser a través de una federación o con la articulación de los sindicatos de base o con el consentimiento de los trabajadores que no tienen a nadie. Si el instrumento institucional ya esta hay que usarlo pero lo más importante es que los trabajadores y trabajadoras estemos dispuesto a dar esta batalla, de esto depende no dejarles el campo libre a los empresarios de la comunicación.
N. de R.: nos aclaran del CISPREN Río Cuarto que ellos van por la segunda gestión de una secretaria General, la periodista Marta Maezo.