Redacción Canal Abierto | Los trabajadores del Programa Nuestra Escuela denuncian que el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, busca poner fin al plan que permite que miles de docentes de todo el país accedan a un posgrado gratuito y de calidad a través de un capacitación en línea.
El Programa Nuestra Escuela funciona desde agosto de 2014 y llegó a formar a través de sus aulas virtuales a cerca de 200 mil docentes de todo el país.
Según explican desde Colectivo de Trabajadoras y Trabajadores Virtuales Nuestra Escuela organizados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), la única seguridad que tienen es que desde el Gobierno quieren que el programa no continúe para dar paso a una descentralización de la formación docente. “Pretenden que recaiga en las provincias, pero hay distritos que no tienen los recursos. Esto va a obligar a que muchos se vuelquen a los institutos privados, profundizando una gran desigualdad y favoreciendo el negociado que ya existe en todo lo que es formación docente”.
No se trata de una embestida repentina, sino la continuación de una política iniciada por el hoy senador nacional, Esteban Bullrich. Este, a fines de 2016, había firmado una resolución que ponía restricciones al régimen de cursada de tres postítulos: Derechos Humanos, Ciencias Sociales y TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Sin embargo, por aquel entonces un recurso de amparo impidió el desguace.
“El intento de vaciamiento del año pasado fue tan brutal y obsceno que tuvieron que dar marcha atrás. En aquel momento, y gracias a la organización de los trabajadores, se logró que paguen las vacaciones. Este año, ni siquiera eso”, aseguran.
Casualmente, hoy son esos tres cursos los primeros en ser desmantelados, dejando en la calle a al menos 110 trabajadores y en vilo a otros 700.
“El 31 de diciembre se vencieron los contratos de los cerca de 900 formadores del programa, y hasta ahora no tuvimos ningún tipo comunicación oficial para asegurar la continuidad o reubicación”, afirman.
Los trabajadores se encontraban bajo la modalidad de contratos de locación de servicios, con renovaciones semestrales. Incluso hace unos meses habían logrado resistir el intento gubernamental de llevar los contratos a tres meses. En cualquier caso, se trata de una situación de vulnerabilidad y precariedad laboral que no es novedad, y con la cual conviven hace años.
“Desde una mirada global, acá hay dos problemas graves: en primer lugar, se viola el derecho de los docentes a la formación continua y de calidad, y por otro lado están las pérdidas de fuentes de trabajo”, indican desde el Colectivo de Trabajadores, y agregan: “El Ministerio de Educación está tirando a la basura una gran cantidad de recursos humanos formados que son fenomenales. Te diría que en términos de lo que es formación en línea, no hay nadie mas capacitado que quienes venimos trabajamos acá”.