Redacción Canal Abierto | “Lo peor ya pasó”, lanzó Mauricio Macri en su discurso de apertura del 136º período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.
A esa primera frase que prometía una autocrítica le siguieron 43 minutos de loas a su gestión e invitaciones ingenuas a la oposición a formar parte de lo que expresó como un “transformación que está cambiando la Argentina para siempre”.
«Antes de empezar, quiero homenajear a los 44 tripulantes del submarino San Juan. Entregaron su vida cumpliendo su deber. Seguiremos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para encontrarlos», había dicho Macri unos segundos antes, en la antesala del discurso.
En varios tramos de su alocución, el Presidente defendió “el camino del gradualismo”. En materia económica, el concepto apunta a diferenciarse de aquellos que critican al Gobierno por derecha por considerar su “tibiez” en cuanto al ajuste.
«Algunos nos critican por ir demasiado lento y otros por ir demasiado rápido. Los primeros piden shock de ajuste. Los otros nos piden que nada cambie”. Tal es el gradualismo que en el inicio de 2018, en tan sólo un mes el Gobierno nacional despidió a 3.000 estatales.
En línea con lo anterior, el único tramo en alusión a la política internacional fue, aunque elíptica, en torno a Venezuela: “Si nada hubiese cambiado, estaríamos como otro país hermano que está en desintegración social».
Macri dijo que su gobierno apostó por un Estado «transparente», que muestra «cómo gastar su plata». Sostuvo que sus funcionarios están obligados a «mantener un alto estándar ético». «Nos pusimos límites como nunca antes para garantizar que no estamos acá para beneficiarnos», señaló. Al respecto, el mandatario obvió los numerosos casos de corrupción, conflicto de intereses y radicación de cuentas offshore en paraisos fiscales dentro de su gabinete de ministros.
El Presidente también se refirió a la brecha que existe entre los salarios de hombres y mujeres: «no es justo. No podemos permitir más que una mujer gane menos que un hombre. No está bien. Según el Indec, estas diferencias llegan hasta el 30 por ciento. Esto no puede seguir así. Queremos salario igualitario”. En este sentido, hoy se conoció la designación de un hombre, Agustín Carugo como el nuevo director de Oportunidades entre Varones y Mujeres en el Mundo Laboral, área que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Trabajo de la Nación.
“En un mundo de iguales, tampoco hay razón para que un padre tenga dos días de licencia. Hay que extender la licencia por paternidad», agregó. Se trata de uno de los pocos ítems del primer boceto de Reforma Laboral oficialista que rechazó la inmensa mayoría de los partidos políticos y gremios, incluida la CGT.
Aunque resulte extraño, Macri insistió en que la inflación «está bajando». «La de 2018 va a ser menor que la de 2017. No queremos solo bajarla, queremos que nunca más sea un instrumento de la política como lo ha sido durante más de 70 años», remarcó. El año pasado, según el INDEC, la inflación fue un poco por encima del 24%, pese a que las estimaciones oficiales eran del 17. Para 2018, todos los especialistas rechazan las expectativas del 15% que el Gobierno plasmó en la Ley de Presupuesto.
“Toda esta actividad está generando trabajo. Los salarios le ganaron a la inflación”, aseguró en otro tramo, quizás el mas delirante. Por tomar sólo un ejemplo, el 24% de inflación de 2017 superó por 3 puntos porcentuales la paritaria docente bonaerense, una de las más sensibles entre los trabajadores.
Luego de la polémica por el caso Chocobar, el Presidente se refirió a una “tensión entre democracia y seguridad”. En este sentido, reivindicó la figura de la policía y resaltó: “Esta estrategia está funcionando, las incautaciones de droga son record, la cantidad de robos se redujo en un 11% y los homicidios en un 20%”.
Otro de los ejes que asegura será de fuerte debate fue el de la generación de empleo y desocupación. Seguramente en las próximas horas saldrán a la luz datos que contrasten las afirmaciones del Presidente: «la desocupación está bajando y el total de empleados registrados aumentó a 270.000».
A continuación, entre otras cosas, pidió la sanción de la Ley de Integridad Pública -que ya tiene media sanción del Senado- y ofreció que se le agreguen las reformas “que ya implementamos y las otras que surjan en el Congreso”. También pidió al Congreso “que tenga la prioridad” de sancionar la Ley de Financiamiento Productivo. Al respecto remarcó el slogan “déficit cero”, con el que a nivel nacional el Gobierno –y por traslación las provincias- vienen ajustando y despidiendo a empleados públicos.
Por último, en línea con el discurso de apertura de 2017, Macri ensayó una serie de frases sin contenido y de corte evangelizador. “Somos parte de la generación que está cambiando la Argentina para siempre”. “A quienes piensan distinto, los invito a que abran su mente y corazón. Los necesitamos a todos”.
De fondo sonaban los aplausos oficialistas. En la imagen, ya lejos del micrófono y con mano en pecho, Macri dibujaba con sus labios el ya clásico “Si, se puede”.