Redacción Canal Abierto| El Gobierno decidió hacer un cambio en la presidencia del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), el organismo que regula el espectro radioeléctrico. Miguel De Godoy, quien ocupaba el cargo desde su creación, a fines de 2015, deja el cargo que será ocupado por la radical devenida en PRO Silvana Giúdici.
Giúdici cobró reconocimiento a partir de su férrea poosición a la Ley 26522, desde su concepción hasta su desguace en postrimerías del macrismo, pasando por ser vocera de las posturas del grupo Clarín durante el debate en comisiones y el recinto, durante el año 2009.
También encabezó la «comisión de notables» que debía rpesentar un nuevo proyecto de ley de comunicaciones que contemplara no sólo a los medios sino que buscara la llamada convergencia con telefónicas y servicios de internet, en el llamado cuadruple play.
A partir de la anulación de una serie de artículos de dicha legislación a comienzos del gobierno de Cambiemos, muchos aspectos positivos de la ley, particularmente los que impedían la conformación de cárteles mediáticos, fueron perdiendo peso.
Desde el organismo creado para desplazar a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisaual (AFSCA) se dilató otro de los aspectos progresivos, que era darle mayor peso a los medios de gestión privada sin fines de lucro.
El nombramiento de Giúdici puede leerse como un desembarco de Clarín en el órgano que debería controlarloy ponerle límites. El momento de este suceso llama la atención: con un dólar en plena embestida y la imágen del gobierno en caída libre. POr otra parte, el oligopolio informativo espera la jugada de una carta importantísima en el crecimiento de su patromonio y su poder: la fusión del servicio de cable Fibertel con la telefónica Telecom.
Consultado por un balance sobre la gestión de De Godoy al frente del organismo, Becerra entiende que dejó más sombras que luces, sin mucho para