Redacción Canal Abierto | «Unidad, incluso a pesar de las contradicciones». Palabras más o menos, esa idea transitó cada uno de los discursos de los dirigentes de las fuerzas que componen el frente En Marcha, que ayer por la tarde se volvió cierto en el microestadio Héctor Etchart, del Club Ferro Carril Oeste, en el corazón porteño del barrio de Caballito.
Compuesto por Libres del Sur, Movimiento Evita, Unidad Popular, Partido del Trabajo y del Pueblo, Vamos, Izquierda Popular, MP La Dignidad, Seamos Libres y las tres organizaciones sociales más grandes de la Argentina -Central de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie-, En Marcha apostó a sus líderes más jóvenes para comunicar una propuesta que se posiciona como algo más que una alternativa al bipartidismo: promete otra política en el fondo y las formas.
Desde el escenario violeta y central rodeado de militancia, Juan Grabois (CTEP) comenzó agradeciendo a los dirigentes de las organizaciones convocantes «que tienen mucha historia encima y que eligieron una opción: poner en primer lugar a la juventud». «Eso habla de algo que nos enseñó la compañera Evita, que es el desprendimiento», agregó.
De allí en más -como en un entrega simbólica de mando-, los históricos referentes sociales, sindicales y políticos se limitaron a escuchar y aplaudir a los sub 40 que hablaron de soberanía, de resistencia al acuerdo con el FMI, derechos humanos, economía popular, medio ambiente y feminismo. Escuchando y aplaudiendo estaban Emilio Pérsico, Víctor De Gennaro, Claudio Lozano, Juan Carlos Alderete, Humberto Tumini, Jorge Ceballos, Nina Brugo, Fernando «Chino» Navarro, Hugo «Cachorro» Godoy, Rafael Klejner, Juan Manuel Abal Medina, entre otros.
«Hay que conquistar una victoria en 2019 porque, si no, nos quedamos sin país», insistió Grabois. Y a él le siguieron en el micrófono Franco García Dellavalle (MP La Dignidad), Diana Broggi (Patria Grande), Celeste Avogradro (Unidad Popular), Ramiro Berdesegar (Partido del Trabajo y del Pueblo), Victoria Donda (Libres del Sur) y Leonardo Grosso (Movimiento Evita), quienes llamaron a cuidar las herramientas de lucha «más allá de los vaivenes de la política», a no sacrificar la unidad «por contradicciones secundarias», a «tender los puentes necesarios», y a «resignificar la historia».
Se comprometieron a «construir alternativas», a «aportar granitos de arena», y a recorrer el país para discutir propuestas que vayan «de abajo hacia arriba, del pueblo a los dirigentes».
Reinvindicaron a Luiz Inácio «Lula» Da Silva, a Evo Morales, a las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, a Diana Sacayán y al Che. Y en medio de este desfile ecléctico de referentes de lucha aseguraron: «el momento es ahora y el futuro, por todo esto, es nuestro».
Como en un recuerdo del futuro, invitados y adherentes terminaron por completar un arco político que sólo fue posible imaginar en las asambleas populares que siguieron a diciembre de 2001. La locutora leyó los apoyos de María del Carmen Verdú, Barricada TV, y Carlos Del Frade. Mientras, Alberto Fernández, Felipe Solá, y Daniel Arroyo (Frente Renovador), Alejandro Bodart (MST), Gabriela Cerrutti (Nuevo Encuentro), Nito Artaza (UCR), Daniel Filmus, Wado de Pedro y Juan Cabandié (Frente para la Victoria), entre otros, aplaudían desde sus asientos.
«Tierra, techo y trabajo» fue la consigna que sintetizó los reclamos en todas las marchas que encontraron a estos espacios transitando las calles. Una forma breve de pedir reforma agraria, urbana, e integración de los trabajadores de la economía popular a la formalidad en igualdad de derechos. Durante el acto de ayer, se sumó otra: el llamado a limar asperezas internas para construir una alternativa electoral sólida y mayoritaria que derrote al neoliberalismo en las próximas elecciones.