Redacción Canal Abierto | Según un informe de la Universidad de Avellaneda (Undav) publicado a comienzos de junio, hasta ese momento la nueva política de retenciones implementada por el Gobierno le había costado al Estado 4.639 millones de dólares en dos años. Al cambio promedio, serían unos 130 mil millones de pesos que, para uno de los sectores más concentrados de la economía, no parecen ser suficientes.
La inauguración de la muestra de la Sociedad Rural (SRA) fue la oportunidad que sus autoridades encontraron para recriminarle al Gobierno más beneficios. «La presión tributaria es asfixiante y no está adecuada a la realidad productiva del país», se quejó el presidente interino, Daniel Pelegrina, en evidente reproche a la posibilidad de frenar la baja de retenciones de acuerdo a las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la UCR que integra Cambiamos.
Aunque desde la asunción de Mauricio Macri se eliminaron los derechos de exportación de la carne, el trigo, el maíz (entre otros bienes) y se redujeron las retenciones a la soja (de un 35 a un 30%), la tensión existente con ese sector posiblemente explique la decisión del Presidente de pegar el primer faltazo a la inauguración de la muestra ganadera. En su lugar fue Gabriela Michetti, quien se desarmó en elogios al sector y afirmó que es el “gran motor» de la Argentina. Luego, en evidente defensa de la política de quita de retenciones, insistió: “pasa el tiempo y se ve que cuando se le saca el pie de encima, el campo es capaz de demostrar todo lo que es capaz de hacer”.
«Lo vimos en la última sequía. La peor que tuvimos en 50 años y que afectó a productores, industrias, al comercio y a toda la economía argentina. Pero las consecuencias de esa sequía no impidieron que este año el campo arrancara con otra siembra histórica», ejemplificó la vicepresidenta acompañada en el escenario por Pelegrina, el ministro de Agroindustria y expresidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli , y los ministros de Agricultura del G20, reunidos en Buenos Aires este fin de semana.
Sin embargo, el presunto crecimiento del que habló la vicepresidenta no fue tal. Si bien las hipótesis para justificar las medidas aplicadas vaticinaban una suba en las exportaciones, desde diciembre de 2015 “las exportaciones de soja cayeron 1,4% en 2016, respecto a 2015”, en 2017 se registró “una caída interanual de 25%”, y para 2018 “las expectativas no son alentadoras y ya se proyectan cosechas menores (debido a las sequías y los temporales)”, sentencia el informe sobre Recaudación tributaria de la Undav.
Hasta mayo, las liquidaciones acumuladas eran las más bajas en diez años y en dos años habían caído un 30%.
Por si esto fuera poco, de acuerdo con el informe de la Undav un efecto colateral de la eliminación de restricciones a las exportaciones y el aumento del tipo de cambio fue el de un aumento de precios internos de productos primarios. Como consecuencia, ya suma un 123% la suba acumulada en aceites; un 87,4%, en lácteos; y 83,9%, en frutas y verduras, todos productos del agro.
Foto: Diego Astarita / Crónica