Redacción Canal Abierto | Durante el último encuentro de Argentina Exporta, Mauricio Macri destacó la importancia de “multiplicar las exportaciones” y que con la Cumbre del G20 se “logró poner a la Argentina en el lugar que se merece en el mundo”.
Luego de mencionar los cambios durante su gestión, sostuvo que gracias al “aumento en el financiamiento y la promoción de calidad en los productos” se pudo acompañar el “eslabón más importante en nuestra economía de hoy y del futuro, que son nuestras pymes”.
Sin embargo, su afán de ser el principal aliado de las empresas en su camino exportador, no va de la mano con las cifras del Indec, que en octubre marcaron una caída de 6,8% de la actividad industrial, tras seis meses de bajas.
La última crisis cambiaria ha generado un impacto negativo en el funcionamiento de la economía real, por lo cual, muchos sectores industriales arrastran problemas.
Es por esto que la semana pasada más de 200 entidades reclamaron medidas de incentivo al sector Pyme en el Congreso. Entre ellas se destaca la reimplantación de reintegros, tasas de interés preferenciales, regular el ingreso de importaciones y bajar impuestos.
“Claramente, las exportaciones de productos manufacturados siguen cayendo, sobre todo porque la estructura productiva está dolarizada. Con lo cual, si sube el dólar, no ganás en competitividad porque justamente, si sube el dólar, suben los costos. Tenemos un problema de estructura productiva dolarizada que no teníamos en otras devaluaciones”, destacó Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA).
A esto se agregan los datos aportados por la Comisión de Industrias de Diputados, que dan cuenta de un aumento en el precio mayorista de la energía eléctrica del 495%, 154% para los costos logísticos, y 194% a los insumos importados desde enero de 2016. En marzo de ese mismo año, la tasa que pagan las pymes por adelantos en cuenta corriente subió 109%, y para descontar cheques un 156%.
En su discurso, el Presidente también se permitió “pegar” al gobierno anterior, utilizando la herramienta de la digitalización de trámites y la eliminación de la burocracia como sucesos de mejoría. En ese momento anunció la creación de la Ventana Única de Comercio Exterior (VUCE) que permitirá manejar la exportación a través de una sola herramienta por internet.
“Digitalizar está bárbaro pero no es el centro de la escena, es el adorno. Tener una ventanilla única no es lo que te hace ganar Chile, Perú, México, o Europa, mercados tradicionales del cuero. Lo que te hace ganar esos mercados son las tasas de interés razonable, que los insumos básicos no estén dolarizados, cambiar absolutamente el esquema de retenciones y reintegros a las exportaciones, esto es fundamental para la competitividad. Si pudiéramos salir de ese escenario seríamos competitivos”, remarcó Aguilar.
La industria del cuero fue de las más castigadas en estos últimos tres años. De 2015 hasta la fecha –según informaron- el sector tiene un 100% más de importaciones que en ese entonces.
Hasta ahora -de acuerdo a Aguilar- tuvieron el cierre de más de 90 fábricas de manufacturas en cuero, 300 de calzado, y 30 de curtiembres. Además, se perdieron más de 9.000 puestos de trabajo, repartidos en todo el sector.
“En 2008, que fue el punto más alto de exportaciones, se exportaron US$110 millones de manufacturas de cuero (sacando calzados y cueros terminados en curtiembres). Actualmente no llegamos a los US$22 millones en el año”, sentenció el presidente de CIMA.