Una provocación sobre la mesa y una invitación a conversar. ¿Se trata de una disquisición filosófica? ¿Es una conversación de café? Entre el delirio de cualquiera que busca pensar la vida en solo una hora desde un rincón del universo y la estudiosa o el investigador, el artista o la académica, que comparten sus recorridos, se juegan estas grageas de televisión virtual.
Nunca sabemos de “la cosa” más que por las afecciones e intuiciones que suscita. Nombrar, conversar, ficcionar, invitar a cualquiera desde la curiosidad, son las formas rituales que nos damos, en este caso, desde algo tan extravagante y familiar como el dispositivo televisivo.
“Pensando la cosa” es una invitación a entrever lo que nuestras coyunturas tienen de no coyuntural, a disponer de la palabra como afecto para elaborar lo que nos pasa hoy y lo que nos pasó siempre, es decir, la política y la existencia. Cada programa, una cosa, un problema como lanzamiento de dados sobre una mesa amistosa, polémica y maquínica.
En este lanzamiento presentamos las cuatro primeras entregas: