Redacción Canal Abierto | “Mi familia está compuesta por Ignacio, que es mi marido, y Juan Pablo que tiene 3 años y medio, que es nuestro hijo. Y estamos acá luchando para que la Corte Suprema nos dé la oportunidad de que Juan Pablo tenga la identidad que le corresponde”, relata Leonardo Polti.
Ignacio Santalla y Leonardo subrogaron un vientre con un óvulo de donante anónima, en 2014. De ese vientre prestado por una amiga de ambos nació Juan Pablo, en junio de 2015. Así, se convirtieron en la primera familia producto de este procedimiento en el país y gracias a la jurisprudencia establecida en su caso hoy ya son más de 200 las parejas que pudieron tener hijos de esa forma.
“Están teniendo una actitud muy homofóbica hacia nosotros. En el fallo de Cámara expresa claramente que dos mujeres pueden tener un hijo, que una pareja hetero puede tener un hijo, pero que dos varones no lo pueden hacer”.
Su situación, como familia, es legal para la legislación vigente en la Ciudad de Buenos Aires desde 2017: encuadra dentro de lo que se llama “padres procreacionales”. Pero su hijo nació cuando esta ley aún no existía y quedó en un limbo legal que en un principio la jueza de familia Mirta Agüero resolvió permitiendo que se realizara una nueva acta de nacimiento para Juan Pablo (la primera lo consideraba hijo sólo de Santalla y de la mujer que llevó adelante el embarazo) que declarase que ambos son sus padres, a la luz de la nueva legislación.
Sin embargo, y tras la apelación de la fiscal Raquel Mercante, los tres jueces de la Sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil rechazaron el dictamen.
“Están teniendo una actitud muy homofóbica hacia nosotros. En el fallo de Cámara expresa claramente que dos mujeres pueden tener un hijo, que una pareja hetero puede tener un hijo, siempre hablando de subrogación de vientre, pero que dos varones no lo pueden hacer”, relata Polti en diálogo con Canal Abierto.
Revertir la situación sólo será posible si la Corte Suprema toma el caso, lo que depende de la voluntad de ese tribunal. Para intentarlo, los papás de Juan Pablo realizaron un recurso de queja y empujan la visibilización de su situación en medios y redes bajo el hashtag #JuanPabloTieneDosPapas.
“En esto hay una familia muy grande, hay amigos que nos están ayudando mucho a que Juan Pablo tenga la identidad que le corresponde, a que sepa que somos sus papás y que esté orgulloso de esta situación el día de mañana –resume Polti- Si es ley que todos nos podemos casar y tener el derecho a formar la institución de la familia, se deja por sentado que también tenemos el derecho a tener hijos”.