Redacción Canal Abierto | Los trabajadores y las trabajadoras de las escuelas rosarinas tuvieron que responder a una perversa operación de prensa con la que el gobierno intentó desacreditar el paro de los sindicatos del sector público vinculados a la educación, en el marco de una oferta paritaria muy por debajo de los reclamos gremiales.
Mediante una nota del Diario La Capital de Rosario –la publicación de mayor distribución de la región- se intentó responsabilizar a los docentes y auxiliares por la falta de provisión de alimento en comedores escolares durante las jornadas de huelga. Amsafe y la seccional local de ATE calificaron la maniobra como “una canallada”.
El Frente de Estatales en CTA-Autónoma advirtió sobre el intento de confrontar “los derechos de los niños y niñas con el del legítimo reclamo laboral”.
En conversación con Canal Abierto, Paula Nardini, de Amsafe Rosario, reiteró que se trata de “una falacia porque estaban preparadas raciones de emergencia y además es un golpe bajo del gobierno utilizar el hambre de los chicos para atacar la lucha gremial”. Además la dirigente aclaró que el reclamo incluye “aumento de la partida de comedores y las copas de leche, y que los comedores garanticen dietas con todos los nutrientes que los chicos necesitan”.
Actualmente los menús escolares de la provincia rondan los 40 pesos de costo, pero el Gobierno gira $13,48 para comedores y $4,60 para copa de leche. En 2018 hubo un aumento del 30% de las partidas, contra un 50% de inflación, lo que profundizó la carencia.
“Esta vil maniobra de ponernos en contra de la comunidad está condenada al fracaso porque las familias saben que docentes y auxiliares luchamos siempre por escuelas en condiciones dignas, además de los salarios”, aclara Nardini.
“La CTA fue impulsora de la Asignación Universal por Hijo, desde el FreNaPo (Frente Nacional Popular) en 2001, y el gobierno provincial está más preocupado por ganar las elecciones que por los chicos”, dice la referente sindical, y señala: “La oferta es de 10%, muy lejos del 40% que pensamos podría recomponer en algo nuestro poder adquisitivo, es un diálogo de sordos”.