Redacción Canal Abierto | La derrota en las urnas del pasado domingo puso al Gobierno en una situación por demás complicada. Ante la crisis política y económica, y desprovisto del blindaje mediático de los últimos tres años y medio, Mauricio Macri eligió deslindar las consecuencias de su gestión en la administración que le sucederá y, por si no fuera poco, en el mandato popular de las urnas.
En las últimas 48 horas, los mercados hicieron propia la derrota de Cambiemos e invirtieron todas las variables luego de un viernes tan eufórico como artificial en materia financiera. Ni más ni menos, se trató de la extorsión del gran capital como respuesta a una elección que rompió todos los esquemas.
“Ninguna persona razonable podría haber hecho la conferencia de prensa de ayer, donde el Presidente realizó un claro chantaje sobre el voto popular en un intento por ocultar la realidad e invertir las responsabilidades de lo que ocurre y de por qué ocurre, trasladándola a la oposición política”, asegura en esta entrevista con Canal Abierto el economista y presidente de Unidad Popular, Claudio Lozano.
Datos económicos discutibles, encuestas por demás favorables al oficialismo y sospechas de maniobras de manipulación financiera fueron algunas de las herramientas a las que echaron mano Gobierno y aliados para construir un falso escenario pre y post electoral.
El resultado de aquella movida dejó un viernes 9 de agostó con un dólar manso, una suba del 7,8% en la Bolsa porteña, una caída del riesgo país en torno al 4% y medios de comunicación hegemónicos eufóricos. Siempre prestos a mirar los datos bursátiles del norte, los últimos celebraron el hecho de que en Nueva York, papeles argentinos como Grupo Galicia, Macro o Pampa Energía subieran cerca del 10%.
Sólo 72 horas después de aquel “viernes amarillo”, las mismas variables dieron un vuelco de 180 grados: tras rozar los $63, la cotización del dólar sube y baja entre los 58 y los $60, sin miras a retroceder y expectativas en alza. Entre tanto, las acciones argentinas y los bonos marcan un desplome de hasta 20% en el premarket de Nueva York.
“Macri amenaza: `señores, ustedes votaron mal, lo que no debían, y por eso los mercados -a través del dólar, la caída de los bonos y el riesgo país- han desatado una nueva tormenta sobre los argentinos´. El mensaje fue claro: `si en octubre no cambian esto va a ser peor´”, detalla Lozano, y agrega: “El último año de Macri son 10.000 pobres por día y 2.800 hambrientos por día. Este domingo el pueblo dijo no a Macri. El problema es que luego habló Macri e hizo como si nada hubiera ocurrido”.
“Ni el cierre de campaña financiero del viernes tenía razón de ser, ni el desplome de los mercados fue culpa de las urnas. Macri y su mejor equipo de los últimos 50 años, en apenas dos años entre el 2016 y comienzos del 2018 puso a la Argentina en default. Acumuló tanto endeudamiento y acortó tanto los plazos de deuda que le resultaba imposible afrontarlo con los dólares que la Argentina tenía. En este contexto, Macri fue con la escupidera a pedirle por favor al Fondo que lo sostenga”, explica el economista. “En lugar de resolver el default –por ejemplo, reprogramando vencimientos-, Cambiemos decide patear la pelota hacia adelante con la plata del FMI. Así, el próximo gobierno concentra todas las deudas”.
Las consecuencias del mandato macrista sobre el cuerpo social se pueden evaluar en cada área de gestión. “Históricamente, las clases dominantes en Argentina han sido capaces de producir genocidios. Basta recordar lo que sucedió durante la última dictadura militar. Hoy hay límites para cuestiones de orden represivo de esa magnitud, pero no hay que olvidar que en menos años, Cambiemos endeudó al país más de lo que lo hizo la última dictadura”.
De cara a lo que viene, además de aseverar que “Macri ya fue”, Lozano plantea como prioridad la necesidad de “un shock de ingresos en los bolsillos de trabajadores y jubilados, lo que no sólo garantizaría un piso de derechos, sino también un refortalecimiento del mercado interno. Para poder hacerlo, es necesario revisar el acuerdo con el FMI”. En relación al pago de las obligaciones crediticias, el diputado nacional mandato cumplido advierte: “Las deudas se pagan, las estafas no”.
Entrevista: Diego Leonoff (@leonoffdiego)