Redacción Canal Abierto | Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en República Dominicana. Dedicaron gran parte de su vida a luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo.

Cinco miembros del Servicio de Inteligencia Militar interceptaron el jeep en el que se manejaban las hermanas. Las introdujeron a empujones en un coche y las llevaron cerca de La Cumbre. Allí las mataron a golpes y colocaron sus cadáveres en el vehículo, antes de arrojarlo por el precipicio.

En honor a ellas, se conmemora cada año en esta fecha el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.

“Hoy esto tiene una significación especial por lo que sucede en Chile, lo que sucede en Bolivia y las situaciones que venimos sufriendo las mujeres en otros países. No nos olvidamos de Berta Cáceres ni de Marielle Franco. Tiene que ver con eso, con cómo el poder de quienes nos dominan mantienen esa especial saña con las mujeres para poder generar señales claras a quienes luchan”, reflexiona Silvia Ferreyra, coordinadora de la mesa federal de MuMaLá, en diálogo con Canal Abierto.

Esta tarde, a partir de las 15, los diferentes colectivos y organizaciones feministas marcharán como todos los 25 de noviembre por las calles de Buenos Aires y el país. Trata, aborto clandestino, feminización de la pobreza, Justicia patriarcal, desaparecidas, abuso, femicidios, BASTA, suelen ser las palabras que acompañan el reclamo.

En esta oportunidad, las Mujeres de la Matria Latinoamericana eligieron como consigna la frase Por una Matria libre de golpes. “Creemos que sintetiza el momento que atravesamos hoy. El golpe de Estado y las dictaduras están matando a nuestras mujeres. Pero también tenemos los golpes, la violencia que nos mata todos los días”, explica Ferreyra.

En cuanto a la demanda particular de Argentina, la derogación de la actualización del Protocolo ILE aparece entre los primeros lugares de la lista porque es un atraso, una marcha atrás en los derechos ya adquiridos por las mujeres.

“Desde MuMalá nos parece realmente vergonzoso. Se está atacando el gesto político del ahora ex secretario de Salud y se responde con otro de clara señal a los sectores antiderechos, que han sido base electoral del actual Gobierno”, resalta la coordinadora de la mesa federal.

Emergencia

A este gobierno, que ya está en retirada, se le presentaron distintos proyectos pidiendo que se declare la emergencia nacional por la violencia de género. Propuestas concretas como mayor presupuesto, asistencia directa a las víctimas y asesoramiento legal gratuito para quienes denuncian fueron negadas en estos cuatro años. Sin ir más lejos, el presupuesto en políticas de género se redujo a $11 por mujer.

“Estas son medidas que entendemos que debería atender la gestión entrante. Sabemos que hay temas urgentes en nuestro país, como el hambre y la pobreza, pero necesitamos que se vea con esa misma urgencia la situación que estamos viviendo las mujeres y las disidencias en relación a la violencia. No podemos tener entre 260 y 300 femicidios por año como viene sucediendo hace una década”, detalla Ferreyra.

“Que siga siendo una reivindicación básica a esta altura del siglo, que tengamos que andar pidiendo que se formulen y se implementen políticas públicas para que dejen de matarnos es realmente indignante”, sentencia.

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