Redacción Canal Abierto | El Hospital Posadas tiene nuevas autoridades. Durante las últimas 48 horas los funcionarios recién llegados, con el médico Alberto Maceiras a la cabeza, se hicieron cargo de la gestión del hospital nacional ubicado en Morón. Maceiras es un reconocido sanitarista que conoce la función pública a partir de su labor al frente del INCUCAI y de la Secretaría de Salud de Hurlingham.
El histórico nosocomio fue blanco de las políticas de ajuste del gobierno encabezado por Mauricio Macri. En enero de 2016, a poco más de un mes de asumido, se produjeron los primeros despidos. Entonces, los telegramas enviados fueron 150. Si bien fue la ola más masiva, no fueron los últimos.
Estas cesantías se produjeron de la peor manera, introduciendo presencia policial en el hospital, lo que provocó la respuesta no sólo de los gremios sino de toda la comunidad, con ocupaciones, sentadas y movilizaciones a lo largo de los meses.
«Es un cambio esperado después de un gobierno de cuatro años a pura persecución, despidos, maltrato de trabajadores, de pacientes. Fue la destrucción de un hospital emblema de la salud pública», definió Mirta Jaime, secretaria General de la seccional del CICOP- Fesprosa en el Hospital Posadas, en diálogo con Canal Abierto.
Uno de los puntos que rescatan los trabajadores es el compromiso de generar canales de intercambio permanente en los cuales participen todos los actores del hospital: trabajadores, gremios y pacientes, en la búsqueda de solución de los reclamos. «¿Quién más conocedor que los trabajadores de los núcleos de los problemas del hospital?», plantea Jaime.
Pero los buenos augurios no se desentienden de los reclamos que las organizaciones sostuvieron desde aquel enero fatídico hasta el 9 de diciembre pasado y que se trasladan a la nueva autoridad:
– Reincorporación de entre 170 y 200 compañeros que fueron echados sin causas o con causas arbitrarias: perdieron la fuente de trabajo enfermeras con cáncer y embarazadas, entre otros casos puntuales.
«Hay un compromiso de reincorporar no escrito. El director dice públicamente que van a revisar caso por caso. Nosotros decimos que queremos la reincorporación de todos los compañeros despedidos», explica Jaime.
– Desmilitarización del hospital. «Es de conocimiento público la historia de esta institución y la persecución brutal que hemos sufrido durante el gobierno macrista con servicios de inteligencia, gendarmería, infantería, policía federal y en ocasiones de la provincia y de seguridad civil, cámaras, persecución ideológica política y gremial», agrega la titular de CICOP en el Posadas.
– Recuperación del código de descuento para los gremios CICOP y STS, quitados por el macrismo como forma de desfinanciar las organizaciones. «Intentaron hacernos desaparecer e invisibilizarnos, destruirnos de cualquier forma y a cualquier precio y no lo lograron. Que nos recompongan ese código de descuentos. Eso es vital para los que estamos y seguimos luchando».
– efectivización de los trabajadores profesionales y no profesionales, muchos con más de 20 años de servicio. Los gremios calculan que de 5000 trabajadores, un 90% padece alguna situación de precariedad laboral.
– Recomposición de los cargos jerárquicos de carrera desplazados durante el macrismo. «Hay jefes desplazados que estaban legítimamente ejerciendo sus puestos y de una forma arbitraria el gobierno anterior los desplazó y puso gente a dedo que no tiene el mismo nivel ni tiempo de formación en el hospital. Si las nuevas autoridades van a apoyarse en los jefes, nosotros les decimos que tienen que volver los legítimos, que son los que organizaron al estructura del hospital», plantea Jaime.
La asunción del plantel de autoridades completo se realizó en el Aula Magna del nosocomio, lo que significó un momento muy simbólico para los trabajadores, ya que «hace cuatro años que está cerrada. Ese lugar no solamente era académico, sino que era un punto de reunión tanto para los trabajadores como para los gremios para realizar asambleas para definir reclamos y medidas a tomar», sostiene la dirigente gremial.
Y concluye: «Es un hospital que intentaron desguazarlo, desarticularlo dejando sin la fuente de trabajo a compañeros profesionales y no profesionales vitales para los distintos servicios y de altísimo nivel académico. Tenemos profesionales reconocidos nacional e internacionalmente. Somos nosotros los que hemos mantenido este hospital y vino el gobierno macrista a tirarlo abajo».