Redacción Canal Abierto | Aún resta su publicación en el Boletín Oficial y conocer con detalle cuál será el monto, pero ya es un hecho que en los próximos días Alberto Fernández firmará un decreto para reducir la coparticipación que percibe la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Y si bien resulta insoslayable que la baja terminará afectando al principal bastión opositor, la medida representa -ni más ni menos- que una marcha atrás de tan sólo una parte de los recursos extra otorgados por Mauricio Macri en enero de 2016. Por entonces, a poco de asumir, el entonces presidente le concedió al también flamante jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, un incremento en la coparticipación que pasó de 1,4 al 3,7%, supuestamente para solventar los costos del traspaso de la Policía Federal al ámbito metropolitano. El guarismo luego se reduciría al 3,5% a raíz del Consenso Fiscal de noviembre de 2017.
A datos de hoy, CABA recibe $126 mil millones anuales por coparticipación. En caso de que se cumpla la quita del 1% en cuestión, la merma en los fondos girados a la Ciudad sería de unos $36 mil millones.
Días antes de asumir la presidencia, el 6 de diciembre pasado, Alberto Fernández le había anticipado su decisión a Larreta. Anteriormente, en plena campaña, el entonces candidato del Frente de Todos tampoco ahorra críticas ante la falta de federalismo en la distribución de recursos.
Ahora bien, el dinero que en adelante dejaría de recibir el distrito más rico del país no será repartido automáticamente con el resto de las provincias, sino que irá al Tesoro nacional. Es que el acuerdo de coparticipación data de 1988, cuando todavía la Ciudad no había sido declarada autónoma. De hecho, es por esta razón que la caja porteña se encuentra continuamente a merced de la arbitrariedad de los gobiernos nacionales.
Aunque por estas horas eminentes twiteros macristas y funcionarios porteños convoquen a la toma de Casa Rosada frente a lo que consideran un grave atropello contra la nave insignia de la coqueta y poderosa “Argentina del Centro”, el año pasado la coparticipación representó apenas el 11% del presupuesto porteño.
Hay algo en el discurso que esgrime Cambiemos que es indiscutible, y es que CABA es en efecto la ciudad más pujante de la Argentina: aporta el 25% de lo que se recauda a nivel nacional. La discusión sobre las ventajas -con los beneficios económicos del puerto a la cabeza- es parte de un extenso capítulo de nuestra historia. También es, por lejos, el distrito con mayor porcentaje de recursos propios sobre sus ingresos totales.
Es justamente el espíritu de la coparticipación generar una redistribución de los ingresos nacionales en función de las necesidades de cada provincia, y no de su productividad. Un vistazo a la relación que existe entre cantidad de población y presupuestos provinciales primera tomar noción de la inequidad existente (y que es un lastre que tiene décadas, y por qué no, siglos): mientras en CABA –con cerca de 3 millones de habitantes- rondará los $480.833 millones en 2020; el presupuesto de este año para la provincia de Buenos Aires –con más de 16 millones de personas- será de 930 mil millones de pesos.