Redacción Canal Abierto | Esta tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el índice inflacionario de enero que -según anticipan varias consultoras- se estima rondará el 3%, por debajo del 3,7% de diciembre y casi la mitad del pico de 5,9% de septiembre de 2019.
El alza de precios durante todo el año pasado sumó un 53,8%, coronando el índice más alto desde 1991, en lo que fue el último coletazo de la hiperinflación. De esta manera –junto al 40% de 2016, el 24,7% de 2017 y el repunte que la ubicó en 47,6% en 2018- la gestión macrista cerró su mandato con una inflación acumulada del 310,5%.
De todos modos, y más allá de los guarismos, lo que verdaderamente importa aquí es en qué medida dicha suba golpeó el bolsillo y la economía de aquellos que gastan cada peso, no ahorran en dólares ni especulan en la timba financiera.
Según un estudio elaborado por los trabajadores de ATE INDEC, entre noviembre de 2015 y noviembre de 2019, la pérdida acumulada de poder adquisitivo para un caso testigo (salario SINEP, convenio generalizado en el Estado nacional, de $25.750) representó el equivalente a más de once salarios y medio de noviembre de 2019 (considerando, incluso, todas las sumas fijas otorgadas por única vez).
En definitiva, el análisis indica que en estos cuatro años un estatal promedio perdió el equivalente a $ 320.486 (valores de diciembre de 2019), y que dicho salario testigo sufrió un 38,4% de pérdida de poder adquisitivo.
“Cabe señalar además que, si bien todxs lxs trabajadorxs hemos perdido contra la inflación, la caída de nuestro poder adquisitivo ha sido de mayor intensidad que en el sector privado”, explica el informe de ATE INDEC. Mientras que en noviembre de 2015 el salario de la misma categoría testigo representaba el 66,2% del ingreso promedio bruto de un asalariado registrado del sector privado, en diciembre de 2019 esa relación resultó de apenas 46,7%.
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“Considerando el aumento del 5% para enero y los aumentos de suma fija de febrero ($3.000) y marzo ($1.000) -que aplicarán solo para salarios inferiores a $60.000, el salario de marzo 2020 para un trabajador categoría D0 (el caso testigo sobre el que basan su análisis) llegará a $31.038. Si bien esto implica una leve recuperación del poder adquisitivo de 4,9% respecto al último mes de gestión de Cambiemos (noviembre de 2019), sigue quedando por debajo incluso del salario de un año atrás (4,3% menos que en marzo de 2019), y resulta un 33% inferior al salario de noviembre de 2015”, afirman.
Ante esta situación, los trabajadores del instituto reclaman al Gobierno una “urgente reapertura de la discusión paritaria y un bono compensador de carácter inmediato de al menos $10.000 para todos los estatales”.