Redacción Canal Abierto | Recientemente, y casi con un año de demora, la firma Vicentin SAIC presentó el balance anual correspondiente al año 2019. La fecha de cierre al 31 de octubre de ese año no permite analizar lo ocurrido con el momento más sensible de la empresa, cuando declaró el 4 de diciembre del 2019 el default con sus proveedores, a lo que siguió, el 9 de febrero del 2020, el llamado a concurso de acreedores, situación en la que se encuentra desde ese momento.
No obstante, los números dados a conocer esta semana arrojan importantes aspectos que hacen al particular desempeño de la firma, y exponen significativas contradicciones de la auditoría externa.
Un análisis de Claudio Lozano, director del Banco Nación, la entidad más afectada por la cerealera, revela un conjunto de irregularidades y evidencias del proceso de vaciamiento: “Nos referimos al intento de asociar la crisis empresaria al impacto que el conflicto China-EEUU, el Brexit, el triunfo del Frente de Todos y el decreto de expropiación habrían tenido sobre la situación de la firma”, dice Lozano en su informe.
Sin embargo, el resultado de la auditoria expone sorprendentes (o no) y contundentes conclusiones. El auditor que la empresa debió contratar ante la renuncia de la consultora que estaba a cargo de la Auditoría, escribió: «…no estamos en condiciones de expresar una opinión de auditoría sobre los estados de resultados, de evolución del patrimonio neto y del flujo de efectivo de Vicentín SAIC correspondientes al ejercicio económico terminado el 31 de Octubre de 2019. En consecuencia, no expresamos una opinión sobre dichos estados contables».
“El propio Auditor contratado no estuvo dispuesto a validar la estafa”, advierte Lozano, arquitecto de los relevamientos y las denuncias que desenmascararon el mega fraude de la compañía en complicidad con el gobierno de Cambiemos.
A continuación, las inconsistencias del balance en los puntos salientes del análisis publicado por el economista, director del Banco Nación y del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas.
*En primer lugar, y tal cual se presentan las argumentaciones de los Vicentin, este grupo empresario que ocupa el puesto número 6 entre las diez principales exportadoras del complejo agroindustrial argentino, es el único caso en el cual las monumentales devaluaciones vividas en el marco de la gestión macrista no le produjeron ningún beneficio. Lejos de ello y contradiciendo toda lógica macroeconómica, los dueños de Vicentin se encargan de recalcar una y otra vez cómo las devaluaciones produjeron efectos deletéreos sobre su compañía.
*En segundo lugar, y en el intento de explicar por qué razón en el año donde tuvieron su más importante perfomance exportadora (2019) terminaron colapsando, pretenden mostrar un inusitado incremento de costos que habría derrumbado abruptamente el margen bruto por unidad de producto. Este sobrecosto en la explicación vicentinezca refiere a dos cuestiones centrales. Por un lado, a tener que haber importado materia prima dada la sequía vivida por nuestro país, y en segundo lugar, a la modificación del régimen arancelario igualando la retención entre la soja en bruto o procesada. No incluyen en esa explicación dos cuestiones claves. En primer lugar el papel de sus empresas vinculadas en la importación de soja (el caso de Vicentin Paraguay es fundamental en este punto) y, en segundo término, la vigencia del régimen de admisión temporaria que al ingresar soja para su elaboración y posterior exportación, les otorgaba beneficios fiscales concretos.
*En tercer término, el balance también incluye un señalamiento concreto respecto al crédito del Banco Nación. Dicen textualmente los dueños de Vicentin: “… a partir del 1 de Agosto la línea (crédito de prefinanciación de exportaciones) comenzó a estar vencida con lo que las operaciones no podían cancelarse y retomarse, como normalmente se hace en campaña. Ante esta situación el Banco autorizó un mecanismo especial para que las cobranzas de exportación que pasaban por la cuenta y no se aplicaban a cancelaciones (en el mismo balance reproducen un cuadro con los vencimientos que debieron haber cancelado entre agosto y diciembre y no lo hicieron) se vendieran los dólares y con los pesos obtenidos se pagase a proveedores de materias primas”. Este párrafo además de descargar la responsabilidad en la conducción del Directorio que encabezaba González Fraga al evidenciar que se le permitió a Vicentin no pagar vencimientos por 271 millones de dólares entre agosto y diciembre, y agravarla al señalar que la propia conducción autorizó el uso de dólares de la cuenta en garantía para otros objetivos, ingresa en contradicciones flagrantes al decir que con esos pesos cancelaba deuda con proveedores de materias primas.
Contradicciones, primero, porque casualmente la deuda que en el propio balance crece y explica la destrucción del patrimonio neto, es la deuda comercial con los proveedores de materia prima. Y en segundo término porque el 80 por ciento de esa deuda comercial es en dólares. Es decir que no se entiende que los hayan cambiado por pesos.
*En cuarto lugar, incluso habiendo declarado sobrecostos que no explica, el balance de Vicentin tiene otro punto flojo. Transforma una pérdida de 8.361 millones de pesos -gracias a la devaluación y al recurso del RECPAM (ajuste por inflación del poder adquisitivo de la moneda)- en una de 63.200 millones de pesos. Para Lozano, esa multiplicación exponencial de la pérdida que dice tener la cerealera «no tiene explicación».
Este punto, que no tiene explicación alguna, abre la puerta a un quinto señalamiento que es de destacar en el balance y que es el papel del Auditor.
*Este quinto punto nos habla de un nuevo auditor contratado por Vicentin en Reconquista, ante la renuncia de la Consultora KPMG que era la que venía interviniendo en esta tarea de auditar a la empresa. En su reemplazo, fue designado como auditor externo W.H. CORREA Y ASOCIADOS. En relación con esto y para ser bien precisos, corresponde señalar algunas de las cuestiones que el nuevo auditor externo explicita sobre el balance.
- El Auditor dice que no puede validar la variación de los stocks, los cuales inciden de manera relevante en el costo de lo vendido y en el Estado Patrimonial. En concreto, señala que “no puede dar cuenta de la toma de inventarios”.
- El Auditor señala también que no puede validar ante la falta de desglose de sus distintos componentes, de los resultados financieros, por tenencia de divisas, es decir la pérdida de más de 63.000 millones de pesos que permite justificar el resultado negativo de más de 52.000 millones de todo el ejercicio.
- El Auditor tampoco valida los saldos contables del 2018 señalando que no fueron auditados por ellos.
- El Auditor también establece salvedades respecto al Estado Patrimonial que se expone al 31 de Octubre del 2019. La razón que esgrime es que no puede validar que sean recuperables los créditos impositivos que en concepto de impuestos diferidos la empresa coloca como parte del activo no corriente. Cabe consignar que si estos no se computaran el Patrimonio negativo se duplicaría llegando a 32.738 millones de pesos negativo.
- Por último el auditor termina diciendo que se abstiene sobre el Estado de Resultados, la Evolución del Patrimonio Neto y el flujo de efectivo. En suma, sobre casi todo.
Si tamaña es la salvedad respecto a la Situación Patrimonial de Vicentín, contudente es la abstención que realiza sobre el Estado de Resultados, la evolución del patrimonio neto y del flujo de efectivo.
El informe firmado por Claudio Lozano concluye destacando:
“Dada la importancia de la cuestión, transcribiremos el informe del auditor: ´Abstención de opinión sobre los estados de resultados, de evolución del patrimonio neto y del flujo de efectivo: Debido a la importancia de las circunstancias descriptas en el punto relacionado al “Fundamento de la opinión modificada”, no estamos en condiciones de expresar una opinión de auditoría sobre los estados de resultados, de evolución del patrimonio neto y del flujo de efectivo de Vicentín SAIC, correspondientes al ejercicio económico terminado el 31 de octubre de 2019. En consecuencia, no expresamos una opinión sobre dichos estados contables´”
Foto: Oficinas de Vicentin en Reconquista