Redacción Canal Abierto | Tras más de 8 horas de represión ininterrumpida, con un despliegue de fuerzas policiales pocas veces visto, la recuperación de tierras de Guernica fue desalojada. El operativo arrancó con las primeras luces del día. Una delegación de movimientos de derechos humanos y organizaciones sociales integrado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Garganta Poderosa, la Cruz Roja y el Colectivo Yo No Fui, entre otros, luego de varias horas pudo acceder al predio para verificar la situación.
“Tantos años después de haber vivido una dictadura cívico militar eclasiástica genocida, de haber vivido represiones durante gobiernos liberales, haber ido a Bolivia a atender el desastre que hicieron a partir de noviembre del año pasado en Senkata y Sacaba, yo pensé que nunca más lo iba a ver, y menos bajo el paraguas de un gobierno nacional y popular, un gobierno que se llama peronista en la provincia de Buenos Aires. Fue dantesco. Fue ver una tropa de elite de diferentes colores y armas. Sólo se cuidaron de que ninguno tuviera balas de plomo”, sostuvo Pablo Pimentel de la APDH de La Matanza en diálogo con Canal Abierto.
“Llegaron a las 5.10, al alba, antes de la primera luz, violando una acordada de la Suprema Corte en la que hace seis o siete años determinó que los desalojos masivos se deben hacer de día con ambulancias suficientes para atender según el número de personas. Había dos ambulancias y tres médicos. Si no fuera por los muchachos de la Cruz Roja mucha gente que fue lastimada con balas de goma no hubiesen sido atendidos”.
“Fue dantesco ver, a las 4:15, el éxodo de mujeres con chiquitos y con mochilas saliendo en la penumbra, escapándose porque dieron la alarma de que llegaba la policía”.
“Y no paró la represión hasta las 13. Corrían a la gente a los barrios preexistentes, se metían en las casas. Los buscaban, los sacaban. Cuando llegaron tiraron bombas de humo para que los vecinos de los lotes lindantes al asentamiento no saquen fotos ni filmen. Una vecina me mostró los cartuchos y me contó que tuvo que asistir a su hijo porque no podía respirar por el humo”, relató el referente del movimiento de derechos humanos.
“Es muy triste. Tengo que salir a criticar a la gente que voté. Tengo que pedir seriamente la cabeza de Berni; denunciar la ineficiencia o la intolerancia de Larroque, porque parece que venía todo bien y ayer a la tarde el fiscal y Larroque se levantaron de la reunión y pudrieron todo y ahí se vino el desalojo. Esto no lo puede hacer ningún gobierno y menos uno peronista”, concluyó Pimentel.