Redacción Canal Abierto | “Nosotros siempre pensamos el plasma como administración temprana”, dijo Fernando Polack sobre el estudio “Evaluación de eficacia de la administración de plasma de convaleciente en forma temprana contra el COVID-19 en adultos mayores” que presentó junto a su equipo en conferencia de prensa.
El estudio llevó 6 meses de trabajo y una inversión de US$ 180.000. En sus resultados arrojó que el plasma tuvo una eficacia del 61% en evitar la enfermedad grave. Normalmente esta información suele comunicarse después de publicada y comparada por pares. Sin embargo, el equipo de la Fundación Infant decidió compartir los resultados iniciales. A diferencia de otros estudios similares, éste tiene como característica central la administración del plasma en los primeros días de infección.
“Siempre pensamos el #plasma como administración temprana”, dice Fernando Polack de @fundacioninfant sobre el estudio de administración de plasma de convaleciente en forma temprana contra el #COVID19 en adultos mayores.
Hubo un 61% de eficacia en evitar la enfermedad grave pic.twitter.com/eID9NNfZo7
— Canal Abierto (@canalabiertoar) November 12, 2020
Lo que se busca es frenar al coronavirus una vez que ingresa al organismo. Así, se administró a las 72 horas de síntomas leves activos, no en pacientes graves. El 11% de los que recibieron plasma se enfermó gravemente frente al 30% de enfermos graves entre quienes recibieron placebo.
“Estas son excelentes noticias. La realidad es que los estudios anteriores que se habían hecho sobre plasma no habían tenido resultados sobre mejorías clínicas significativas. Este es el primero donde realmente se ha llegado a una mejoría”, comentó al respecto el biólogo molecular Federico Fuchs, integrante de Ciencia Anti Fake News.
Las terapias con plasma son viejas conocidas. Se utilizan hace ya más de un siglo y sirvieron para combatir todo tipo de patógenos, desde polio hasta sarampión. “Cuando apareció esta pandemia surgió como una alternativa y tenía un alto grado de expectativa. Pero cuando los primeros estudios con placebo y doble ciego empezaron a publicar sus resultados y no eran significativos positivos fue bastante decepcionante”, explicó Fuchs.
En el estudio encabezado por Polack hubo 170 voluntarios en total, la mayoría mujeres, con un promedio de edad de 77 años. Hubo un 61% de eficacia del plasma en evitar la enfermedad grave. En este sentido, Polack destacó: “El plasma funciona si el donante tiene los anticuerpos suficientes. Funciona cuando es administrado antes de las 72 horas. Funciona para pacientes leves, no graves. Hay un tiempo donde se puede administrar y si no es demasiado tarde. Y funciona en pacientes de más de 65. Transforma al coronavirus en un catarro”.
Medir la cantidad de anticuerpos en los donantes es fundamental para agilizar el sistema. En esta línea, los expertos anticiparon que en un futuro será necesario pedir un conteo de anticuerpos a pacientes que reciban el alta.
Por su parte, Fuchs comentó: “Haber encontrado en qué momento sí funciona este tratamiento obviamente es un avance muy esperanzador. Ahora resta el desafío logístico de encontrar la gente mientras todavía tiene síntomas leves, suministrárselo. Es todo un desafío pero al menos hoy contamos con un principio activo en el cual confiar. Saber que algo funciona es el puntapié para poder escalar basados en eso”.
El plasma se utiliza en una sola dosis, y también fue probado exitosamente en pacientes con comorbilidades, ya que un alto porcentaje de las personas en las que lo probaron tenían enfermedades preexistentes (30% diabéticos, 75% hipertensos). Los resultados de la investigación fueron aún mejores en mayores de 75, donde se alcanzó cerca del 70% de efectividad. El especialista explicó que los pacientes leves tienen que tener una buena saturación, ya que ése es el requerimiento clave para que sean candidatos a recibir plasma, según este estudio.
Para Polack, esto cambia el foco de a quien darle plasma. “Aún es temprano para saber cómo será el nuevo protocolo. Nos reuniremos con las autoridades para que sea posible que los pacientes mayores de 65 años leves lo reciban. Va a haber un criterio para definirlo operativamente, pero sería equiparable al momento en que se asigna a alguien como caso sospechoso, con fiebre o tos”, subrayó.